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"Mi fisio me tuvo que prestar los pantalones, mi entrenador la camiseta... y me tuve que quitar la gorra": la anécdota de Davidovich en Wimbledon

El tenista español nos habla sobre Montecarlo, su victoria contra Djokovic, el papel de Martín Fiz en su equipo y su anécdota con la etiqueta de Wimbledon

Alejandro Davidovich, en Montecarlo, tras su victoria ante Novak Djokovic, número 1 del mundo. / SEBASTIEN NOGIER (EFE)

Madrid

Alejandro Davidovich fue una de las grandes sorpresas del Masters 1.000 de Montecarlo. El tenista español dejó en el camino a Novak Djokovic, Goffin o Dimitrov para plantarse en la final del torneo. Solo un Tsitsipas intratable evitó que levantase su primer torneo individual. Ahora, tras un subidón de 19 posiciones en el ranking de la ATP, el malagueño, de 22 años, ocupa la posición 27 y tiene su vista puesta en Estoril, Madrid y Roma. "Quiero ganar un torneo", asegura en la sintonía de SER Deportivos. Sería el primero en su carrera.

¿Cómo estás tras la final de Montecarlo?

Ahora mismo estoy en casa descansando y asimilando la semana pasada, que tuvo muchas emociones. Hay que procesarlas.

Cuando cierras los ojos qué es lo que recuerdas.

Sinceramente tengo dos imágenes. Una es el abrazo con mi equipo cuando gané a Dimitrov. Y otra la imagen que representa Montecarlo: la pista central y las gradas llenas.

Estoy seguro de que tienes el móvil lleno de mensajes. Cual es el que no vas a borrar, el que digas… este no lo borro ni de coña.

Pff. Seguramente los de mi equipo, los que no pudieron venir, y mis amigos que tampoco pudieron. Me están llegando mensajes ahora diciéndome ‘no me contestes tan rápido’. Yo les digo que lo siento, que es que estoy contestando poco a poco, que tantos mensajes…

Ahora que no nos oye nadie… ¿Cómo es ganarle a Djokovic?

No se le gana todos los días al número 1. Tenía una espinita guardada con él, siempre me ha ganado fácil. Ganarle fue un subidón. No venía de buena racha, había perdido muchos partidos y cuando gané a Nole fue un subidón de autoestima, de confianza… Sabía que tenía que aprovecharlo. Estas oportunidades no se dan todos los días. Lo aproveché bien, porque luego venía Goffin, que estaba jugando muy bien y no era un partido fácil. Cuando gané ahí, lo manejé todo mucho mejor.

El tenis parece ser individual y es verla, vosotros estáis ahí. Pero detrás de un tenista hay un gran equipo. Me llamó mucho la atención ver ahí a Martín Fiz en tu equipo. ¿Qué es para ti?

Lo fichamos hace dos años con la intención de no solo ayudarme a la preparación física, sino también a la psicológica. Los partidos son largos y se te vienen muchas cosas a la cabeza y esa parte me descarrilaba un poco. Gracias a él, que en pretemporada fuimos a correr bastante… vamos, que acabé con los Aquiles reventados y él estaba nuevo. Cuando íbamos corriendo le pensaba en qué pensaba cuando llevaba 25 kilómetros y le faltaban casi otros 20. Él me contó un poco su trabajo, me ayudo en cositas puntuales para que, en un partido, por ejemplo, si voy en set y medio y me venía un pensamiento, poder borrarlo y seguir. Además de ayudarme en el fondo físico, claro.

Cuando ganaste a Djokovic y esperábamos tu firma en la cámara nos encontramos un ‘adopta’.

Soy un amante de los animales, hace un año hice una web que se llamas adoptas.org. No ha funcionado mucho porque estábamos esperando a la fundación. Hace dos semanas no dieron el OK. A partir de ahí, tengo que promover la adopción y esta web. Es el mejor momento para darle visibilidad a los animales. Hay muchos abandonos y fue un mensaje que me salió del corazón. Fue lo primero que pensé.

Te tengo que preguntar por tenis. Después de Montecarlo… si te digo Roland Garros qué te viene a la cabeza.

Todavía queda mucho. Pensar en Roland Garros es rayarte la cabeza. Me quedan todavía tres torneos antes: Estoril, Madrid y Roma. Roland Garros lo tengo muy lejos. Quiero centrarme en Estoril. Quiero ganar un torneo (risas).

Si te pregunto por los calcetines en Wimbledon ya… No vas a poder llevar allí uno de cada color.

Estamos trabajando ahora también en ello (risas). Es complicado. El año pasado jugué con un calcetín blanco entero y el otro tenía una línea negra. Siempre hay algo que se puede hacer, aunque allí muy poco.

Es que eres de los que juega con un calcetín de cada color y en Wimbledon son muy exquisitos…

Si te cuento una anécdota… En Wimbledon fue un día a entrenar. Ya había estado por la mañana y ahora iba por la tarde. Estábamos calentando y, de repente, aparece una señora y me dice que me salga de la pista. Yo le dije que por qué. Me dijo que no podía estar en la pista así vestido. ¡Iba completamente de negro! Camiseta negra, pantalón negro, gorra negra… calcetín negro y blanco… Mi fisio me tuvo que prestar los pantalones blancos, mi entrenador la camiseta, me tuve que poner el calcetín blanco y jugar sin gorra. Vino corriendo. No tardo ni dos segundos en llegar a la pista (risas).

Alejandro, muchísimas gracias por estar en SER Deportivos.

Muchas gracias a vosotros.