La reivindicación de Tania Llasera a favor de una ley que nos advierta cuando una imagen haya sido manipulada en redes sociales

Madrid

Los filtros de realidad aumentada han llegado para quedarse. Desde que la red social Snapchat los democratizara allá por 2015, cuando presentó el un filtro que nos permitía convertirnos en un perro gracias a la realidad aumentada, la tecnología ha ido evolucionando hasta el punto de que nos permite modificar nuestro rostro por completo. Mientras que algunas personas los utilizan por puro entretenimiento, recurriendo a filtros de lo más cómicos, cada vez son más quienes sienten la necesidad de aparecer en todas las fotografías y vídeos con determinados filtros porque les permite mostrarse frente a sus seguidores y seguidoras cómo realmente les gustaría ser.

Dado que el uso de filtros no ha hecho más que crecer, y se espera que siga haciéndolo todavía más durante los próximos años, la comunicadora Tania Llasera le ha pedido soluciones al Gobierno o al órgano que le competa. Todo ello en el cuarto episodio de Profunda Mente, el espacio de La Ventana en el que descubrimos cómo hacer frente a situaciones que ponen a prueba nuestra fortaleza mental. En esta ocasión, y después tratar otros temas como la gestión de una enfermedad, el duelo o la ansiedad, el programa dirigido por Carles Francino ha girado en torno a la gordofobia. Para abordar el tema, el periodista ha contado con tres personalidades de distintos campos que han vivido este tipo de opresión: el político Gabriel Rufián, la activista Mara Jiménez, popularmente conocida en redes sociales como Croquetamente, y la comunicadora Tania Llasera.

"Yo me paso todo el día diciendo si llevo filtros o no"

Después de hablar acerca de los ideales de belleza, y sobre cómo estos han ido cambiando con el paso del tiempo, el psiquiatra Jesús de Gándara ha viajado al pasado para recordar que el Prêt-à-porter cambió el concepto de la belleza accesible para siempre: "Desde el Prêt-à-porter se extiende el concepto de belleza accesible a todo el mundo". Un siglo después de que se popularizara esta categoría a nivel global, los filtros de realidad aumentada recogen su testigo para demostrarnos lo bellos y bellas que podemos llegar a ser con los simples retoques de un algoritmo.

Así lo cuenta la comunicadora vasca, quien recuerda que las redes sociales han democratizado la fama, la influencia y que todo el mundo se ponga filtros para parecerse a las personas a las que admiran. Sin embargo, reconoce que puede llegar a ser un problema porque ha llegado el punto en el que no sabemos si la imagen que nos muestra nuestra influencer favorita está utilizando filtros de realidad aumentada o no. Por todo ello, Llasera pide que el Gobierno español siga los pasos de otros como el noruego, el británico o el francés y que tome medidas: "Yo me paso todo el día diciendo si llevo filtros o no porque me gustaría que el gobierno hiciera algo en cuanto a que, por favor, supiéramos cuándo una imagen está siendo manipulada".

Noruega es el último país que toma acciones contra los filtros de realidad aumentada

Hace ya varios meses, concretamente en julio de 2021, el Ministerio de Infancia e Igualdad de Noruega aprobaba una ley para obligar a influencers y marcas a indicar que una imagen tiene filtros o retoques. A pesar de que esta normativa no prohíbe subir este tipo de fotos a las redes sociales, sí que obliga a los usuarios con más seguidores en redes que colaboren con marcas a señalar que sus imágenes han sufrido algún tipo de modificación. Pero Noruega no es el único país que ha tomado medidas para preservar la salud mental de su población.

Hace ya varios años, Francia promovía una ley mediante la que obligaba a las publicaciones de moda indicar cuándo las fotografías fueron retocadas con programas de edición como el Photoshop. Mientras tanto, Reino Unido prohibía meses más tarde los filtros de belleza en Instagram a las influencers cada vez que colaboren con marcas. De esta manera, los distintos gobiernos pretenden que los seguidores y seguidoras de las mismas vean cómo son realmente y no desarrollen ningún tipo de trastorno por no poder parecerse a los mismos. Y es que, según un estudio interno de Facebook revelado por The Wall Street Journal, redes sociales como Instagram son dañinas para la autoimagen y la salud mental de sus usuarios y usuarias.