"Me parece terrible": Rufián revela lo que hace cada vez que visita un sitio público tras los ataques gordófobos que ha recibido
El político lamenta que las mujeres lo lleven haciendo toda la vida independientemente de si son famosas o no
Madrid
Gabriel Rufián ha reconocido en La Ventana que lleva cinco años metiendo tripa cada vez que va a un sitio público como consecuencia de los ataques gordófobos que ha ido recibiendo desde que llegó al Congreso de los Diputados en 2014: "A veces estoy con amigos y, después de comer, pienso que tengo que meter la barriga porque uno de ellos está sacando el móvil para hacer una foto, porque ahí está no sé quién o porque el camarero no sé qué". Algo que le pasa desde hace relativamente poco tiempo pero que, tal y como reconoce en declaraciones a Carles Francino, le parece terrible.
Todo ello en el marco de Profunda Mente, el espacio de La Ventana en el que descubrimos cómo hacer frente a situaciones que ponen a prueba nuestra fortaleza mental. En esta ocasión, y después tratar otros temas como la gestión de una enfermedad, el duelo o la ansiedad, el programa dirigido por Carles Francino ha girado en torno a la gordofobia. Para abordar el tema, el periodista ha contado con tres personalidades de distintos campos que han vivido este tipo de opresión: la comunicadora Tania Llasera, la activista Mara Jiménez, popularmente conocida en redes sociales como Croquetamente, y el político Gabriel Rufián.
"Yo llevo haciendo algo que desgraciadamente cualquier mujer lleva haciendo toda la vida"
Después de que Tania Llasera hablara acerca de la presión estética a la que están sometidas las madres, Gabriel Rufián apuntalaba su intervención denunciando que se trata de una presión que afecta a todas y cada una de las mujeres por el simple hecho de serlo. Y es que, ya sean famosas o no, las mujeres son víctimas de una enorme imposición de la belleza desde que son unas niñas. Algo que le parece horroroso. Más aún desde hace cuatro o cinco años, momento en el que reconoce que comenzó a meter tripa cada vez que asiste algún sitio público por los ataques gordófobos que recibía y se dio cuenta a lo que estaban expuestas las mujeres: "Yo llevo haciendo algo que desgraciadamente cualquier mujer lleva haciendo toda la vida".
Y es que, desde que llegara al Congreso de los Diputados en 2014, el portavoz de Esquerra Republicana (ERC) reconoce que ha sido víctima de todo tipo de ataques gordófobos por el simple hecho de haber cogido peso tras su llegada a Madrid. Algo que le ha llevado a dejar de hacer ciertas cosas con el objetivo de evitar nuevas críticas: "Tienes que tener claro que no puedes ir a según qué sitios, que no puedes hacer según qué cosas y que estás expuesto".
"Es una presión, que yo ya tengo interiorizada, que es brutal"
Por esa misma razón, y para evitar que se sigan metiendo con él, reconoce que trata de meter tripa cada vez que visita cualquier lugar público: "Meto tripa para que no me saquen una foto después de comer con el barrigón porque después te dicen que estás gordo o que qué bien vives en Madrid".
A continuación, el político de Esquerra Republicana ha reconocido que este tipo de actitudes le parecen terribles: "Es una presión, que yo ya tengo interiorizada, que es brutal". Algo que lleva viviendo desde hace apenas cuatro años, pero que las mujeres llevan consigo durante toda su vida: "Creo que cualquier mujer lo tiene en el tuétano de su cabeza porque le han dicho que tiene que meter tripa". Por esa misma razón, reconoce que le parece todavía más grave el caso de las mujeres, ya que tienen que vivir con esta imposición de la belleza toda la vida sin el componente público que, por ejemplo, tiene él.
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David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en...