Valdepeñas (Ciudad Real)

Muchos son los sectores de la economía que han sufrido (y están sufriendo) los efectos derivados de la pandemia de la COVID-19, la Guerra de Ucrania y, en definitiva, la subida generalizada de las diferentes materias primas. Con ello, en 'Hoy por Hoy Valdepeñas' de la Cadena SER hemos realizado un bloque especial 'Que fue de...', en el que han participado representantes de tres sectores diferentes: las orquestas, las agencias de viajes y las patatas fritas.

Unos sectores que se han visto afectados por sendas crisis y que, ahora, ven como, poco a poco, pueden retomar los niveles de facturación de antes de la pandemia y, también, consiguen capear el temporal de la subida de diversos materiales y suministros, como es el caso de la luz, el aceite de girasol, entre otras materias. En esta línea, estos representantes son Jesús Mañas, fundador de Orquesta Danubios de Valdepeñas; David de Lamo, gerente de Zafiro Tour de Valdepeñas y Andrés Sevilla, gerente de Fritos Sevilla de La Solana.

Las orquestas, el sector en el que las cuentas siguen sin cuadrar

En este sentido, el fundador de Orquesta Danubios, Jesús Mañas, ha lamentado que, ahora, deben de adelantar una importante suma de dinero para iniciar su gira veraniega. Todo ello, porque antes de subirse a los escenarios deben de ensayar (con el coste de luz que conlleva), revisar el motor de sus camiones, revisar los filtros de los vehículos, así como revisar el taquígrafo de estos mismos camiones. Unos costes de los que deben de hacer frente con dos años en blanco, en cuanto a facturación se refiere.

Además, Mañanas ha asegurado que los consistorios están siendo más austeros que antes de la pandemia de la COVID-19 y, en el mejor de los casos, mantienen el mismo presupuesto destinado a las orquestas. No obstante, ha subrayado que muchos de estos ayuntamientos están reduciendo los días de las orquestas para aminorar el dinero destinado a estos fines festivos. De hecho, prevé realizar menos bolos en este verano de 2022 con respecto a los realizados en el verano de antes de la pandemia, es decir el de 2019.

Las agencias de viaje, vuelven a echar el vuelo

Por el contrario, el sector de las agencias de viajes prevé un buen 2022 y, en el caso de Zafiro Tour, están teniendo niveles de facturación parejos a los registrados en el mismo periodo de 2019. Un incremento de la facturación, con respecto a los dos años anteriores, que está motivado por la recuperación de los distintos eventos no celebrados durante la pandemia, como es el caso de las comuniones o de las bodas. De hecho, de Lamo confiesa que muchos novios están incrementado su presupuesto para el viaje de la luna de miel, puesto que reseña que han ahorrado más y están apostando por "viajes más caros".

También, el público en general está retomando la contratación de escapadas y viajes y se muestra optimista con este verano. Todo ello, porque ha recordado que el de 2021 "fue mejor de lo esperado". No obstante, esa buena tendencia se frenó en las navidades de 2021 con la aparición de Omicron, así como en el primer trimestre de 2022 como consecuencia del estallido de la Guerra en Ucrania.

Las fábricas de patatas fritas, con aceite de girasol (pero cuatro veces más caro)

Por último, otro de los sectores afectados por las crisis de los últimos meses es el de las patatas fritas. Un sector que temía un desabastecimiento del aceite de girasol como consecuencia del conflicto bélico en Ucrania, puesto que este país es un gran productor de este producto. Sin embargo, en el caso de Fritos Sevilla, respiran tranquilos en este sentido, aunque lo están adquiriendo a precio de oro. En esta línea, su gerente, Andrés Sevilla, confiesa que este producto ha incrementado por cuatro su precio en estas últimas semanas. Unos incrementos de precios que se suman a los de la luz o el de los plásticos.

Por todo ello, Sevilla confirma que han tenido que incrementar el precio final del producto, aunque asegura que no han repercutido todo el valor al cliente. Todo ello, porque si lo tuvieran que trasladar el 100% podría suponer aumentar el precio de las bolsas de patatas o de snacks al doble de lo que costaban antes del conflicto en Ucrania. Sin embargo, de momento, no temen una paralización de la producción, puesto que sigue habiendo existencias de aceite de girasol para continuar con su labor diaria.