Rosa Aguilar deja la "primera línea de la política"

La que fuera alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar deja la política, después de 48 años de militancia, primero en el Partido Comunista e Izquierda Unida y después en el Partido Socialista.

Abogada de profesión, comenzó su militancia política con apenas 17 años en el Partido Comunista. Fue durante años mano derecha de Julio Anguita en Izquierda Unida, y la cara de la formación en el Congreso de los Diputados, donde estuvo entre 1993 y el 2000.

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En el 1999 regresó a Córdoba a la campaña de las Municipales y consiguió mediante un pacto con el PSOE convertirse en alcaldesa de la ciudad durante dos legislaturas. Un cargo que dejó prematuramente en 2009, para aceptar la oferta del socialista José Antonio Griñán, (por entonces presidente de la Junta de Andalucía), para convertirse en Consejera de Obras Públicas y Vivienda de la Junta de Andalucía, dejando la alcaldía en manos de un hombre de su absoluta confianza, Andrés Ocaña.

Su predicamento y su imagen pública hicieron que Aguilar terminara siendo ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, entre 2010 y 2011, aunque volvería a la Junta de Andalucía para ser Consejera de Cultura, Justicia e Interior.

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Fue la primera mujer que ocupó la alcaldía del Ayuntamiento de Córdoba, en el que estuvo durante 13 años: desde el 87 al 91 como concejal de Herminio Trigo y del 99 al 2009 como alcaldesa.

Aguilar ha sido después Diputada del PSOE en el congreso y actualmente era Parlamentaria Andaluza del PSOE por Córdoba.

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A punto de cumplir 65 años, Aguilar por finalizada una vida política llena de contrastes, que la han mantenido siempre en el foco de la actualidad. Le llovieron las críticas y las acusaciones de trasfuguismo político en su paso desde Izquierda Unida al PSOE. Tanto IU como el Partido Comunista mantuvieron siempre un particular "amodio" con Aguilar, a quien respetaban por el cargo pero cuestionaban por sus decisiones políticas.

Figura política y mediática de primer orden, Aguilar convirtió al Ayuntamiento de Córdoba en la primera institución pública española en celebrar cada mes un pleno extraordinario contra la violencia de género, atendiendo la petición de la Plataforma contra la Violencia a las Mujeres, cuando la violencia contra las mujeres cobraba una mayor dimensión social.