La guerra de las plataformas: Netflix, después del apocalipsis
El incremento de la competencia, unido al impulso vivido durante la pandemia y su salida de Rusia, ha llevado a Netflix a reportar una caída de usuarios por primera vez en más de una década: el gigante del streaming ha perdido 200.000 suscriptores en el primer trimestre del año y estima que perderá otros dos millones en el segundo. ¿Ha tocado techo este modelo de negocio? Lo analizamos con Elena Neira, profesora de los estudios de comunicación de la UOC.
La guerra de las plataformas: Netflix, después del apocalipsis
Madrid
Netflix ha perdido usuarios en todas las regiones en las que opera, excepto en Asia Pacífico, donde ha sumado 1,09 millones de suscriptores más. Sin embargo, en América del Norte ha perdido 640.000, en Latinoamérica 350.000 y en Europa 300.000. Desde la compañía aseguran que la pérdida de clientes en Europa es debido, fundamentalmente, a la guerra en Ucrania y a su posterior salida de Rusia, donde tenían 700.000 usuarios, por eso defienden que, en realidad, sin este impacto, su saldo hubiese sido positivo: hubiesen sumado medio millón de consumidores. Sin embargo lo cierto es que, en la carta remitida a los accionistas, el gigante del streaming admite que, si se cumplen sus previsiones, perderá en este segundo trimestre dos millones de clientes más porque, dicen, las circunstancias que han perjudicado su balance en el primer trimestre: incremento de la competencia, ralentización del crecimiento económico que puede frenar la demanda y, fundamentalmente, un nivel de penetración ya muy elevado. Y es que Netflix tiene aún 220 millones de usuarios y desde la compañía estiman que otros cien millones de personas en todo el mundo están usando sus servicios... sin pagarlos. Y ese, junto a la idea de incluir publicidad para rebajar los precios de su tarifa a lo largo de los dos próximos, es, precisamente, el camino en que la plataforma del streaming trabaja desde hace tiempo: descubrir quién ve Netflix porque utiliza una cuenta compartida sin pagarla y hacerle pagar.
"Aquellos que han seguido a Netflix saben que he estado en contra de la complejidad de la publicidad y soy un gran admirador de la Simplicidad de la suscripción, pero tanto como mamá soy fanático de eso, soy más fanático de la elección del consumidor y de permitir que los consumidores deseen tener un precio más bajo y tolerar la publicidad obtener lo que quieren tiene mucho sentido, así que eso es algo que estamos viendo ahora, estamos tratando de averiguarlo durante los próximos uno o dos años, pero piensen que estamos bastante abiertos a ofrecerlo precios aún más bajos con la publicidad como opción del consumidor" ha señalado el director ejecutivo de la compañía, Reed Hastings, en la presentación de resultados, en la que también ha asegurado que están "trabajando en cómo monetizar las cuentas compartidas. Hemos estado pensando en eso durante un par de años, pero sabes que cuando estábamos creciendo rápidamente no era la principal prioridad en la que trabajar, ahora estamos trabajando muy duro en ello. ¿Y recuerdas que hay más de 100 millones de hogares que ya están eligiendo compartir la cuenta? Les encanta el servicio. Solo queremos que nos paguen algo por ello".
Sin embargo, lo cierto es que la competencia en el sector se ha incrementado sustancialmente en los últimos años con el desembarco en el negocio del streaming de otros gigantes tecnológicos como Amazon o Apple, y su creciente inversión en contenidos y superproducciones. ¿Se ha agotado este modelo de negocio tras dispararse con la llegada de la pandemia y los confinamientos en todo el mundo? "Parece que el streaming está evolucionando hacia un viejo conocido. Es verdad que todos dábamos por supuesto que esa burbuja que había generado la pandemia, esas altas insólitas iban a estancarse a lo largo de 2021, pero creo que la gran parte de las plataformas creían que ese apalancamiento se iba a agotar en 2021 y en 2022 iban a repuntar con fuerza esas estadísticas sanas de crecimiento. Esto no está ocurriendo. Evidentemente estamos ya en unas cifras de desarrollo de negocio, de una madurez y de una consolidación que ya hacía previsible que esto sucediese, pero está generando una psicosis de sostenibilidad de negocio que, por otra parte, es una preocupación real que tienen que afrontar, por esto unos cambios tan locos y tan insólitos." explica en Hora 25 de los Negocios Elena Neira, profesora de los estudios de comunicación de la OUC.