El Sanse no quiere dejar de creer

San Sebastián

La Real Sociedad B se llevó el derbi vasco de la Liga Smartbank contra el Amorebieta en el Reale Arena. Lo hizo ganando por la mínima, 2-1, con goles de Alex Sola y Roberto López en la primera parte; y sabiendo aguantar en defensa en la segunda mitad las acometidas de los vizcaínos, que dominaron la primera media hora de juego, fallaron un penalti por medio de Guruzeta, y apretaron en la recta final en busca de un empate que no tuvieron lejos, pero que se les resistió. El propio Guruzeta se desquitó de su fallo desde los once metros, porque Zubiaurre le adivinó las intenciones, acortando distancias tras el descanso. Pero fue insuficiente, a pesar del largue raso de Oscar Gil ya en el descuento. El Sanse se defendió con cierta solvencia en la segunda parte para sumar tres puntos que aplazan lo que podría haber sido este fin de semana su descenso virtual a Primera RFEF, se agarran a la permanencia y atrapan en la clasificación al Amorebieta, al que adelante al tenerle ganado el golaverage particular. Los donostiarras se suben así al tren de la salvación, aunque ambos equipos siguen todavía lejos de los puestos de permanencia.

El partido comenzó muy disputado, con el filial de la Real Sociedad y el Amorebieta luchando por hacerse con el mando de las operaciones. Parecía que era el Sanse el que trataba de dar primero, pero enseguida los vizcaínos encerraron en su campo a los txuri-urdin. La primera media hora del derbi vasco de la Liga Smartbank fue casi exclusivamente del Amorebieta. Con el Sanse achicando agua como podía, el equipo de Haritz Mugika puso el fútbol y las ocasiones, con hasta tres llegadas peligrosísimas que no supieron aprovechar. Mikel Obieta por partida doble con parada de Zubiaurre, un trallazo de Larrazabal que se fue rozando el larguero y un penalti claro de Arambarri sobre Guruzeta que el propio delantero donostiarra se encargaba de lanzar. Zubiaurre le adivinaba las intenciones y enviaba el balón a córner.

El Amorebieta no aprovechaba su momento y dejaba con vida a un Sanse que no sabía cómo reaccionar. El equipo de Xabi Alonso se estiró tímidamente a través de recuperar la posesión de la pelota. La presión del equipo vizcaíno ya no era tan intensa, porque no se puede mantener todo el partido ese nivel de intensidad; y entonces aparecieron los ‘jugones’ del filial de la Real para aprovecharse de varias indecisiones de la defensa del Amorebieta. Entre un Turrientes soberbio con la pelota y un Rober Navarro que cuando le da por inventar es casi imparable empezaron a generar peligro sobre la portería de Santamaría. El Sanse reaccionaba de forma definitiva, y lo confirmó con una internada por la izquierda del propio Robert Navarro, que servía al segundo palo de forma inteligente para que Alex Sola, que llegaba desde la segunda línea fusilara por bajo al portero del conjunto vizcaíno. Golazo del Sanse, que sin merecerlo se ponía por delante en el marcador.

El gol realista hizo mucho daño al Amorebieta, incrédulo por lo que le acababa de pasar, tras una primera media hora primorosa. Pero se olvidó de que los tiempos duran 45 minutos. Lo aprovechó Roberto López para encontrar un hueco entre líneas en la medular y probar suerte. Su disparo con mucho peligro lo despejaba bien Santamaría. Pero el meta navarro cometió después la imprudencia del partido. Quizá el colegiado fue muy riguroso. El caso es que después de una centro lateral, Santamaría atrapaba la pelota, Karrikaburu acudía para presionarle en el saque y provocar su fallo, y el portero del Amorebieta le soltaba el brazo golpeándole en la cara. A saber si la intensidad fue suficiente como para que el delantero de Elizondo se cayera al suelo de forma tan aparatosa, pero por si acaso mostraba como si tuviera sangre en la boca. El colegiado amonestó primero a Santamaría con amarilla, aunque sí entendió que había agresión debía haberle expulsado; y después de consultar a su asistente y al VAR, decretó con lógica penalti a favor del Sanse. Recordamos que en el momento del encontronazo, la pelota la tenía el propio Santamaría, que de forma incomprensible cometía semejante torpeza, totalmente evitable. Tras minutos de desconcierto, Roberto López asumía la responsabilidad de aprovechar un penalti tan rocambolesco. Y el mediapunta maño no fallaba, para poner 2-0 en el marcado a su equipo. Con ese resultado, extraño y quizá injusto por lo visto en la primera parte, se llegó al descanso en el derbi Vasco de la categoría de plata.

A la vuelta de vestuarios, tardó poco en reducir diferencias el Amorebieta, aprovechándose de un desajuste defensivo del Sanse. Desde la banda derecha, toda la defensa estuvo mal perfilada para defender una internada de Gaizka Larrazabal, que servía en la frontal a Iker Bilbao y de primeras servía en el área pequeña a Guruzeta, que fusilaba a Zubiaurre. El conjunto vizcaíno volvía a adueñarse del partido, mientras el filial realista daba un paso para atrás con la intención clara de defender su valioso botín. Xabi Alonso restaba magia a su equipo dejando en el vestuario a Robert Navarro para meter sobriedad y potencia por la izquierda con Ander Martin. Y después, prescindía del remate de Karrikaburu, muy gris todo el partido salvo en la acción que provocó el penalti del 2-0 al final del primer tiempo, para meter velocidad en punta con Julen Lobete. Intentaba así volver a equilibrar la balanza. Pero ya había perdido el dominio territorial y la pelota era del Amorebieta. Porque solo Turrientes era capaz de tenerla, pero si no encuentra socios es muy complicado.

En ese contexto, Iker Bilbao obligó a estirarse a Zubiaurre, que mandaba su disparo desde la frontal a córner. Sufría el Sanse. Apretaba el Amorebieta en busca del empate. Consciente de la dificultad de mantener la exigua ventaja, Xabi Alonso apostaba por defenderse con cinco jugadores atrás con la entrada de González de Zárate, y metía chispa con Djouahra en la derecha. Haritz Mugika buscaba el empate con la entrada del canterano txuri-urdin Aldalur, Unzueta y Olaetxea. Pero el ritmo del partido caía, el dominio del Amorebieta no tenía continuidad con los cambios, y el escenario de la segunda parte se acercaba más a lo que querían los donostiarras. El siguiente acercamiento con relativo peligro de los vizcaínos llegó a falta de diez minutos, con un disparo lejano de San José que se marchaba muy por encima de la portería realista. A la desesperada buscaban ya el empate, con la entrada de Etxaburu y Moreno; pero el Sanse se manejaba con solvencia en tareas defensivas. E incluso tuvo la opción de matar el partido a falta de cinco minutos con una buena acción entre Lobete y Ander Martin que acabó con un disparo del delantero donostiarra que despejó con apuros Santamaría. Lobete hizo el 3-1 en la siguiente jugada tras cazar un balón largo, pero estaba en fuera de juego. Aunque todavía tuvieron tiempo los vizcaíno de tener una ocasión clamorosa para haber igualado la contienda, ya en el descuento, con un remate de Oscar Gil que dejó temblando el larguero de la portería del Sanse, y otro remate en el área pequeña de Orozco que se fue arriba cuando parecía más fácil marcar. Desaprovechaba sus oportunidades el Amorebieta, que dejaba en el Reale Arena gran parte de sus aspiraciones de permanencia. El Sanse le iguala a puntos, y aunque sigue todavía muy lejos de la salvación, al menos aplaza lo que podía haber sido su descenso virtual.