Fútbol | Deportes

Juan Miranda, el nuevo héroe bético con una emotiva historia detrás: "Estaba cagadísimo..."

El lateral bético dio la tercera Copa del Rey a los verdiblancos después de anotar el penalti decisivo

Juan Miranda, de niño a la izquierda y anoche después del penalti

El Real Betis se llevó la tercera Copa del Rey de su historia después de vencer en los penaltis al Valencia CF. El fallo de Musah allanó el camino desde los once metros para que Juan Miranda decidiese una tanda que ya forma parte de la historia de los verdiblancos. 17 años después, lograron levantar al cielo de su ciudad un trofeo que pone la guinda perfecta a una temporada de ensueño para los del Benito Villamarín, que pueden certificarla con una plaza en la Champions League como ya lograron los de Serra Ferrer en aquel Betis del año 2005.

Como todas las finales, esta se decidió por detalles. Concretamente, por detalles desde los once metros en los que se decidió todo. Y fue Juan Miranda, sevillano y bético desde su nacimiento, que jugó en el Barcelona y volvió al club de su vida para protagonizar el momento más importante de su historia en la última década. Eran las 00:49 horas de la noche cuando Juan Miranda fue hasta el punto de penalti del área comandada por la afición bética. El jugador se preparó y se dispuso a tirar un penalti clave que podía regalarle una noche de ensueño al beticismo, no obstante, estos momentos previos que relatamos fueron un absoluto infierno dentro del cuerpo de Juan Miranda. Pura tensión y nerviosismo relatado al final del partido por el protagonista: "Estaba cagadísimo, no te voy a mentir. Esto es muy bonito. Estaba seguro de que lo chutaría bien y que esta Copa se vendría para el Benito Villamarín", relató el futbolista, que se ha convertido en el verdadero héroe de esta final al meter ese penalti y desatar la locura entre la afición bética.

Más información

Miranda analizó el partido y recordó los años en Segunda: "Llevo toda la semana oyendo hablar de presión, pero presión era cuando íbamos a Salamanca o a Lugo, que nos jugábamos la vida. Esta Copa perdurará para toda la vida. Saben que soy un aficionado más de los béticos y soy uno de ellos. Esto es impagable y que se disfrute hoy", confesaba emocionado el lateral. Juan Miranda es bético de cuna y uno de los momentos del postpartido nos lo regaló su padre, quien colgó una foto en sus redes sociales bajo el lema: "Quien nos lo iba decir! Ni imaginábamos que 17 años después... No me lo creo. Disfruta", le felicitó, adjuntando fotografías de un niño bético equipado hasta el gorro con todo lo posible en la final del Vicente Calderón hace 17 años.