El Betis se proclama campeón de la Copa del Rey

Un partido digno de una final. Un escenario a la altura. Un desenlace que supo a poco con 120 minutos y penaltis. Los dos equipos se dejaron todo en La Cartuja en busca de la gloria eterna. La tanda fatídica ha dado al Betis su tercera Copa del Rey tras un partidazo que acabó 1-1, merced a los goles de Borja Iglesias y Hugo Duro. El Valencia, por su parte, no pudo ganarla pese a dejarlo todo sobre el terreno de juego.

El partido dela final de la Copa del Rey

La emoción de la cita se tradujo en un inicio de encuentro muy tranquilo. Ambos conjuntos arrancaron el partido tanteando a su rival y sin arriesgar en exceso. El Valencia, fiel a su estilo, se plantó sobre el césped convencido en seguir a rajatabla el plan de José Bordalás. El Betis, por su parte, asumió el rol de protagonista con el esférico. Lo esperado.

Se miraban a los ojos dos equipos con la obligación de hacer historia. Eso sí, por motivos diferentes. Esa calma que tiñó los primeros diez minutos se convirtió rápidamente en el desenfreno verdiblanco. El Betis la tenía y la movía, a sabiendas de que tendría que agurdar hasta que el hueco apareciese. Y apareció. En una jugada trenzada por la parte derecha, Bellerin pisó línea de fondo para poner un centro exquisito que Borja Iglesas embocó dentro del área tras zafarzse de Paulista. Un cabezazo de color verde y blanco.

El plan de Bordalás se fue a la basura antes del cuarto de hora y tocaba hacer variaciones. En frente, los sevillanos estaban desatados. Pese a que el partido se calentó rápido, lo cierto es que los de Pellegrini no se conformaban con el resultado. Empezaron a buscar el segundo prolongando su estrategia. La defensa del Valencia se mostraba irreconocible. Con tres centrales seguía sufriendo con los centros laterales de Álex Moreno y Héctor Bellerín. Los blanquinegros querían correr pero faltaba claridad arriba.

Sin embargo, mientras los aficionados béticos coreaban el famoso villancico 'Oh Juan Miguel', los de Bordalás se encargaron de traer otra vez la tormenta a la capital hispalense. Y lo hizo con un gol de autor. Saliendo con el balón desde atrás, con rápidez, buscando sorprender y a la contra. Ilaix le sirvió en bandeja el gol a Hugo Duro, que acarició la pelota superando a Bravo por encima. Explotó la traca perfecta en el momento más adecuado. La alegría va por barrios.

El empate cambió las tornas sobre el terreno de juego, pues el Valencia se vino arriba y el Betis muy abajo. El delantero de Getafe pudo darle la vuelta al luminoso al filo del descanso en un dos contra uno. No obstante, Duro no decidió bien y Canales estrelló en la madera la jugada posterior.

El Valencia, dominante antes y después del descanso

Tras el descanso, las sensaciones que cerraron el primer tiempo se multiplicaron en la segunda. El Valencia salió convencido de que podía lograrlo, volcado por las bandas y con personalidad. Entre jugada y jugada, de nuevo Hugo Duro rozó el 1-2 en una acción que silenció más de media Cartuja. Irreconocibles los futbolistas de Pellegrini que le regalaron el cuero a los de Bordalás. El Betis montó su trinchera cerca del área y a los blanquinegros le aparecieron todas la ideas con el balón como protagonista.

Pero esto duró 15 minutos. El ingeniero consiguió que sus jugadores reaccionasen con el marcador todavía vivo. La cola de vaca de Borja Iglesias pareció ser el milagro que esperaban. Sin embargo, Mamardashvili salvó a los suyos cuando ya cantaban el tanto en Heliópolis. A partir de aquí, el duelo se tornó en un intercambio de golpes entre ambos conjuntos. Ambos se veían dentro y con posibilidades.

El primer derechazo de este nuevo encuentro lo dio el Betis, en concreto Juanmi. Pero no, la madera seguía empeñada en negarle la suerte a los verdiblancos. El segundo, también. Fekir tuvo en su bota derecha el gol que hubiese hecho enloquecer al beticismo. Mamardashvili, con el mismo pie, volvió a salvar a su equipo. Aunque la más dramática cayó del otro lado. En el 90', Soler no fue capaz de batir a Bravo tras un contragolpe de libro por parte del Valencia. Acarició por un instante Bordalás la Copa.

Prolongación

Los nervios visibles en los rostros de los aficionados se trasladaron al césped. Ninguno quería perder lo que ya había cosechado y la prórroga dio una imagen totalmente diferente de lo que fueron los 90 minutos anteriores. El cansancio hizo mella en los futbolistas y cada jugada era un esfuerzo inhumano. La sensación que se priorizó no perder la Copa antes que ganarla. Los verdiblancos perdieron calidad en los cambios y el Valencia empujó con más corazón que razón.

Los penaltis fueron muy crueles con el Valencia CF y con el futbolista que erró su pena máxima. Yunus Musah falló un penalti que le costaría a la postre la Copa a su equipo. El Betis, por medio de otro canterano como Miranda, consiguió alzar su tercer torneo del KO.