El comercio de Castro Urdiales ante la fauna de los hurtos organizados

Castro Urdiales (Cantabria)

El comercio de Castro Urdiales se queja de ser víctima de hurtos reincidentes, un mal que sufren casi a diario los autónomos y comerciantes a pie de calle y que, durante los últimos años, se ha convertido en un horror que le cuesta al sector un elevado gasto al que hay que sumar costes administrativos y judiciales.

El modus operandi es muy diverso y la sensación que hay en el sector es que existe cierta impunidad al tratarse de hurtos, donde se aprovecha el descuido del comerciante. Una persona entra en una tienda, roba y, cuando es detenida, se le impone una pequeña sanción.

La presidenta de la Asociación de Comerciantes, Jennifer Coz, afirma que son las mismas personas y están muy organizadas. Los empresarios castreños han creado un grupo de Whatsapp llamado Stop Robos, mediante el que se avisan de la posibilidad de ser víctimas de un hurto en sus establecimientos.

Cristina Mújica se ha visto obligada a instalar sistemas de seguridad, con cámaras de videovigilancia. La empresaria dice que hay bandas organizadas que, incluso, realizan robos a la carta.

Un ejemplo es que la Policía Local de Castro Urdiales ha detenido a una mujer que salió a la carrera de un hipermercado con un carro repleto de productos de alimentación, valorados en unos 500 euros, en un intento de hurto en el que también participaron otras tres personas.