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La plantilla de Schneider en Griñón convoca nuevas movilizaciones y una huelga de 48 horas

Acusan a la dirección de tergiversar datos y detraer recursos para justificar el despido de 87 empleados del sur de Madrid

Los trabajadores de Schneider han aprobado en asamblea un nuevo calendario de movilizaciones en defensa de sus puestos / Comité de empresa de Schneider Griñón

Fuenlabrada

Los trabajadores de la fábrica de Schneider Electric en Griñón han vuelto a movilizarse este miércoles con un paro de dos horas en el que han aprobado en asamblea continuar con las protestas para revertir la decisión de la multinacional de despedir a la mitad de la plantilla, 87 trabajadores, y reclamar un plan de futuro para la planta del sur de Madrid.

Tras varios paros totales y parciales de la producción, manifestaciones, concentraciones y preguntas a administraciones regionales y europeas, los trabajadores han aprobado un nuevo calendario de movilizaciones para mantener sus reivindicaciones por el traslado de una parte fundamental de la producción al norte de Italia, la pérdida de carga de trabajo y, en última instancia, los despidos, tanto directos como indirectos.

El presidente del comité de empresa, César Serrano, relata que estarán presentes en la manifestación de este domingo, 1 de mayo, en Madrid capital, pero además continuarán con paradas programadas de una hora con concentraciones a las puertas de la fábrica, con huelga de dos horas los miércoles 11 y 25 de mayor y con una huelga de 48 horas a final de mes, los días 30 y 31 de mayo, cuando también se concentrarán ante la sede central de Schneider Ibérica en Barcelona.

Serrano ha señalado que progresivamente irán aumentando el tono de las movilizaciones “hasta que planteen un plan de futuro para nuestra planta”. Además, en un comunicado remitido a la plantilla, el sindicato CCOO ha criticado que la empresa haya puesto sobre la mesa un “ejercicio deshonesto de profecía autocumplida”, ya que aseguró que el traslado de la producción y el despido en Griñón se justificaba por la rentabilidad de las plantas, cuando a juicio del sindicato se procedió al revés, detrayendo recursos del sur de Madrid para luego poder justificar las medidas.