Estíbaliz, la joya del románico vasco

Encaramado en una colina, rodeado de bosques y paseos, el santuario de Estíbaliz es un emblema para Álava, no solo porque es la patrona del territorio, sino porque este templo está considerado como una de las joyas del románico vasco. "No hay iglesia como Estíbaliz en todo el País Vasco, ninguna que tenga sus dimensiones, su calidad y su importancia histórica", señala Isabel Mellén, de Álava Medieval, asociación que impulsa el patrimonio alavés. Destaca, por ejemplo, su portada Speciosa, sus ábsides, la originalidad de sus canecillos. "Yo destacaría la labor de escultura que se realizó por parte de talleres de la borgoña francesa eran de buenísima calidad", apunta la investigadora.

Mellén, además, ha investigado sobre el papel que tuvieron las mujeres en la promoción del románico vasco; sobre su matronazgo en la construcción de las iglesias y sobre cómo ejercían el poder a través de ellas. El santuario de Estíbaliz es un claro ejemplo de ello. Promovido por Toda López y su hija, María López, de la casa de Haro, "este templo se construyó con un fin claramente político, para beneficiar a su linaje y a su familia y para congraciarse con los monarcas de la época", señala.

Para poder ahondar en esta historia Álava Medieval ofrece la visita "Las damas de Estíbaliz", iniciativa para dar a conocer la labor de investigación sobre el papel de la mujer en el mecenazgo de muchas de los templos del periodo del arte románico alavés, de Bizkaia y La Rioja.

Además, y para acercar el románico a los más txikis, también está la opción de hacer la visita "El misterio de los canecillos". "Cuando vamos a una iglesia románica nos encontramos monstruos, animales, dragones...a los niños y niñas les encanta", apunta.

Además, en las inmediaciones se encuentra el moderno Centro de Interpretación del Románico en Álava donde se puede aprender y comprender las especificidades del románico alavés y de Treviño.