Punto de Fuga
Internacional

El regreso a casa de los refugiados ucranianos

Con la ofensiva rusa centrada en el este de Ucrania, muchos de quienes huyeron a otros países regresan a sus ciudades con el trauma de encontrarlas destrozadas

Arena como oro

La ciudad joven que dejaron atrás es ahora un nido de destrucción. Pero muchas familias ucranianas huidas de la guerra quieren recuperar su vida cuanto antes aprovechando que la ofensiva rusa se centra ahora en el este del país.

Sin embargo, ninguna región de Ucrania está libre de peligro, prueba de ello es que incluso durante la visita del Secretario General de Naciones Unidas a Ucrania cayeron algunas bombas. Las sirenas siguen sonando todos los días, pero en las ciudades occidentales la vida se abre paso con cierta normalidad, se ha recuperado en parte el sector servicios y hay edificios residenciales que no se han visto afectados. Así, desde hace semanas muchos ucranianos que huyeron del país han emprendido el viaje de regreso a casa.

Maryana Kasiv, presidenta de asociación Maydan Málaga, cree que todavía es muy pronto para volver. En muchos lugares como en los alrededores de Kiev, la capital, queda trabajo de desminado para asegurar la zona. El ejército ruso ha dejado trampas en su retirada. Kasiv, que estuvo hace una semana en Lviv, comprobó a través de unos compañeros que las minas escondidas continúan explotando.

Además, quienes regresan encuentran un panorama traumático. Muchos cuentan que “tienen una imagen en su cabeza de cómo lo dejaron y cuando vuelven se encuentran con la realidad de ver todo destruido”. La reconstrucción llevará años y mucho trabajo, pero la voluntaria es optimista por la fuerza de un país que “en los últimos veinte años se estaba desarrollando de una manera muy acelerada”, señala.

Kasiv es de una ciudad cercana a Lviv, en la frontera de Polonia. Fue una de las primeras en ser bombardeadas. Su familia le cuenta desde allí que están “relativamente a salvo”, aunque hay avisos constantes de bombardeos. Desde Málaga ayuda a acoger a refugiados de la guerra y ofrecerles alimentos y servicios básicos. Otros, dice, simplemente “buscan ucranianos con los que poder hablar, leer un libro en ucraniano o estar con su gente”.