Elda y Petrer se reúnen en la manifestación del día 1 de mayo

Elda

Al grito de “¡Que viva la lucha de la clase obrera!”, eldenses y petrelenses se han unido para reclamar mejores condiciones económicas para jóvenes, adultos y pensionistas. Este año, el lema propuesto por Comisiones Obreras (CC.OO) ha sido “La solución: subir salarios, contener precios y más igualdad”, aunque también se ha hablado de contratos precarios de corto alcance, de la economía que ha dejado la pandemia, de la situación de las aparadoras en el Vinalopó, de la emigración e inmigración y de las pensiones, entre otros.

“Relativo a la pandemia del coronavirus, queremos recordar la angustia del confinamiento en el que todos y todas salíamos a nuestros balcones a aplaudir a los sanitarios […]. Bien, muchos de aquellos trabajadores han visto finalizados sus contratos de trabajo una vez que, al parecer, no son útiles para la administración pública”, rezaba el primer tramo del manifiesto de este año.

En cuanto a la juventud, se haya preocupada por la situación “bastante precaria. Muchos de nosotros nos hallamos en el paro, trabajamos sin contrato, largas jornadas, muy mal pagadas y sin un futuro real independientes de nuestros padres”, comenta Adrián de 27 años.

Marina, de 25 años cree que “las empresas nos contratan a los jóvenes de manera muy precaria con el fin de enriquecerse ellos y nosotros aceptamos de manera desesperada ciertos ingresos, aunque sean muy pocos, para ganar experiencia y poder optar a algo mejor en un futuro”.

Por otro lado, los pensionistas clamaban por una subida de sus pensiones, ya que la sociedad ha cambiado y hay muchas más cosas que pagar que, por ejemplo, hace apenas 25 años. “Tenemos unas pensiones ridículas para el índice de precios al consumo. […] Las empresas están mejor preparadas, el volumen de beneficio es mucho mayor, la productividad es mucho mayor, y resulta que lo que se cobra en las pensiones es mucho más bajo”, opina Juan, de 64 años.

Es quizá el testimonio de las aparadoras como Maite, de 54 años, que se ha dedicado a este sector toda la vida, el que puede resultar más llamativo ya que “seguimos trabajando escondidas, invisibilizadas, haciendo muchísimas horas para poder alcanzar un salario digno. Muchas de nosotras lo hemos dejado cansadas de vivir con algo a lo que no parecen querer poner solución”.

A la manifestación se ha unido gran cantidad de personas a su paso, con pancartas y sin ellas. Así pues, se ha podido vislumbrar un descontento general por parte de la población en cuanto a poder llenar sus neveras.