Opinión

Es necesario mejorar los salarios

Ofrecer un horizonte de país inclusivo, que proteja las condiciones materiales de vida, y refuerce el concepto de lo común y lo colectivo, es la mejor receta ante el riesgo de involución antidemocrática que acecha en las sociedades europeas

Vista general de la manifestación del Primero de Mayo de Madrid en la que participan miles de personas / J. J. Guillén EFE

Madrid

Parece de otra época, pero hace menos de tres meses que se aprobaba la reforma laboral en el Congreso. Era un momento de inflexión de la legislatura y también de la política laboral que, pactada entre el Gobierno y los agentes sociales, nos había acompañado a lo largo de la pandemia con resultados notables. Los más relevantes fueron que en una parálisis sin precedentes de la actividad económica y la movilidad, se evitó la destrucción de más de tres millones de puestos de trabajo a través de los ERTE. Además, situamos a España en una mejor posición para recuperar el empleo y la actividad cuando se relajaron las restricciones pandémicas. Por primera vez la caída del PIB se tradujo en una caída significativamente menor del empleo. Hoy superamos los 20 millones de cotizantes a la seguridad social.

El citado acuerdo para la reforma laboral suscrito entre Gobierno, sindicatos y patronales, ha disparado el porcentaje de contratación indefinida en una dimensión desconocida en las últimas cuatro décadas. Hemos pasado de que aproximadamente solo un 7-9% del total de contratos que se suscribían cada mes eran indefinidos a un 30%, y no es descartable superar ampliamente el 40%, lo que sería un hito histórico en la contratación en España.

Estos buenos datos, sin embargo, no permiten obviar el complejísimo contexto que ha provocado la invasión de Ucrania, el encarecimiento de precios, y el enorme efecto que esto provoca en los bolsillos de las y los trabajadores, así como del conjunto de la economía.

Este es el contexto en el que CCOO planteamos este Primero de Mayo. Es necesario mejorar los salarios. Consideramos que las cláusulas de garantía salarial son la herramienta para mantener su poder adquisitivo y a la vez evitar cualquier riesgo de espiral inflacionista. De momento las patronales están cerradas en banda a este respecto, y un escenario de mayor conflictividad en la negociación de los convenios se abrirá paso si el empresariado pretende hacer caer todo el incremento de precios sobre los trabajadores/as. No es de recibo que las empresas repercutan el incremento de costes a precios (de ahí el incremento de la inflación general –8,4%– y también la subyacente –4,4%–) y que cuando llegue el escenario de previsible contención de precios, en la segunda parte del año, pretendan mejorar sus márgenes consolidando la pérdida de poder adquisitivo para la clase trabajadora. No olvidemos que venimos de una inflación interanual en 2021 del 6,4% y una subida salarial media netamente inferior.

La segunda reivindicación de este Primero de Mayo tiene que ver con controlar los precios. El sistema de fijación de precios energéticos debe ser modificado para que la energía más cara no “contamine” el conjunto del mix energético y traslade unos precios injustificados que vacían el bolsillo de las familias y llenan el de los beneficios de las empresas eléctricas. El “acuerdo ibérico”, a falta de su concreción, puede ser el camino para lograrlo.

Y por último hay que apostar por medidas que favorezcan la igualdad. La desigualdad, la pérdida de expectativas y la precariedad vital afectan a millones de personas. Ofrecer un horizonte de país inclusivo, que proteja las condiciones materiales de vida, y refuerce el concepto de lo común y lo colectivo, es la mejor receta ante el riesgo de involución antidemocrática que acecha en las sociedades europeas. Para eso, también por eso, vamos a las calles este Primero de Mayo.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00