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El obispo de Santander alcanza edad de jubilarse y espera sustituto antes del Año Lebaniego

La norma de derecho canónico invita a los obispos a poner la diócesis a disposición del papa al cumplir los 75 años

El obispo, Manuel Sánchez Monge, acompañado de la alcaldesa, Gema Igual y el concejal de Fomento, César Díaz.

Santander

El obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, ha alcanzado la edad de jubilarse y espera tener sustituto antes del Año Jubilar Lebaniego, que se celebrará en 2023.

Sánchez Monge ha asistido este martes al acto de finalización de las obras de remodelación de la calle Obispo Juan Plaza, donde, a preguntas de los periodistas tras apuntar al "fin de su pontificado" en unas declaraciones previas, ha explicado que los obispos al cumplir los 75 años por una norma de derecho canónico son "invitados" a poner la diócesis a disposición del papa.

"Luego ya es el papa el que recibe esa carta y hay que hacer unos trámites para la sucesión, unas veces influye la salud del obispo, que, si está enfermo y hay que darle relevo, otras si encuentran pronto el que va a ser el sucesor o las dificultades que haya", ha detallado.

En su caso, ha explicado que en su carta al papa ha recordado que en 2023 se celebra en Cantabria el Año Jubilar Lebaniego, una fecha para la que confía en tener ya sustituto.

Asimismo, el obispo ha asegurado que no está "en ninguna situación" que le "urja salir de aquí ni mucho menos" y que "hay unos trámites normales", que duran "unos meses", no podría estar "cuantos".

Y al ser cuestionado sobre si "tenía ganas de jubilarse", ha replicado que "si no tuviera 75 años, no".

REMODELACIÓN CALLE OBISPO JUAN PLAZA

La alcaldesa de Santander, Gema Igual, junto con el obispo han visitado el fin de obras de remodelación de la calle Obispo Juan Plaza, que ha contado con un presupuesto de 222.000 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses por la empresa Servicios y Obras del Norte (SENOR,.

La actuación, que comenzó el pasado mes de diciembre y cuyo arquitecto ha sido Clemente Lomba, ha incluido un seguimiento arqueológico y ha incorporado elementos característicos de la arquitectura románica-gótica con una "intención de intemporalidad".

Así, en la obra se han recuperado las cadenas que habitualmente delimitaban el perímetro de las catedrales góticas, sujetas en cuatro bolardos cilíndricos, y para el pavimento se han utilizado "piedras viejas" que estaban conservadas en diferentes depósitos municipales y que han sido restauradas para esta actuación, ha explicado la alcaldesa.

Además, se ha optado por un pavimento a base de losas de granito iguales a las existentes en el entorno y piedra caliza en el frente de las escaleras y se ha incluido nuevo arbolado, jardinería, instalaciones de drenaje y riego, entre otras acciones.

Igual ha destacado que con esta obra se concluye la quinta fase del plan director, por lo que el conjunto catedralicio "ya está totalmente concluido".

Por su parte, Sánchez Monge ha celebrado que, con este nuevo acceso, el claustro se ve mejorado porque se ha instalado un ascensor, ya que hay "muchas personas mayores" que dada la ubicación de la catedral les "cuesta mucho acceder a ella". "Hay muchas escaleras y pendientes, ahora van a poder ascender mecánicamente y sin ninguna dificultad", ha dicho.

También ha recordado que se han unificado los archivos históricos y diocesanos y que los investigadores van a tener unas "instalaciones dignas", así como los libros "un grado de humedad bien controlado".