Córdoba

El profesor Manuel García Parody ha venido hoy a la radio ha hablar de su libro. Colaborador habitual del programa Hoy por Hoy Córdoba, donde cada martes nos acerca a la historia de Córdoba de forma amena y rigurosa, en esta ocasión ha acudido como invitado en la sección de libros, con Juanjo Fernández Palomo, para presentarnos su último trabajo: "Muertes regias. Cómo murieron los reyes de España". Un libro "de divulgación, que no de investigación", como él mismo lo define, con el que trató de combatir el aburrimiento de las largas horas de encierro durante los meses más duros de la pandemia rebuscando datos curiosos sobre nuestros monarcas y las muy variadas formas en las que encontraron la muerte. Porque, como reconoce el propio Parody, "a los reyes les gustaría morir en la cama, con toda solemnidad, pero no todos tuvieron ese final".

Y es así como, repasando las páginas de este libro, descubrimos que algunos de nuestros monarcas acabaron sus días de forma muy rocambolesca, mientras que sólo unos pocos lo hicieron envueltos en la misma pompa y circunstancias que los rodearon en vida. También fueron pocos los monarcas hispánicos que perdieron la vida en el campo de batalla, aunque algunos fueron muy aficionados a emprender costosos conflictos armados, ya que, como recuerda Parody, "la guerra es para la plebe, porque los generales y los reyes suelen estar en la retaguardia". No es el caso de Pedro II de Aragón, ni de Fernando el Católico "a los que les gustaban los campos de batalla, sobre todo al principio, en el caso del Católico". Precisamente sobre Fernando el Católico recae la sospecha de haber estado involucrado en la muerte de su yerno, Felipe el Hermoso, que falleció en extrañas circunstancias "tras beber agua fría después de haber practicado deporte".

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Juego de Tronos a la española

Como norma básica, para entender ésta y otras muertes no menos sospechosas sufridas por monarcas españoles a lo largo de la historia, "lo que tenemos que hacer es preguntarnos a quién interesaba la muerte del rey", nos dice el historiador, para quien la serie Juego de Tronos "es una bobada comparada con lo que pasó en historia de España". Y no es para menos, si tenemos en cuenta que de haber corrido la línea sucesoria, tras la abdicación de Juan Carlos I,como lo hizo tras la muerte de Felipe el Hermoso, "hoy sería rey de España Froilán", recuerda Parody.

En las páginas de "Muerte regias" encontramos otras historias no menos sorprendentes. Como la muerte de Fernando el Católico por el consumo excesivo de afrodisíacos con los que trataba de "estar a la altura del ardor amoroso de su segunda esposa, la joven y hermosa Germana de Foix, que lo dejó agotado".

Otros monarcas encontraron la muerte de forma muy poco glamurosa. Como el emperador Carlos V, que enfermó de paludismo tras recibir la picadura de un mosquito junto a los estanques de su residencia en Flandes. O la del rey Favila, hijo de Pelayo, que fue atacado por un oso.

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Mucho más trascendental para la historia de España fue la muerte de uno de los infantes de Castilla, al que le cayó una teja en la cabeza mientras jugaba, lo que permitió que llegara al trono su hermana, doña Berenguela, "un gran reina desconocida de la historia de España, quien cedió la corona a su hijo, Fernando III, con lo que también logró la unión con el reino de León".

Aunque quizás la muerte menos glamurosas de la historia de nuestra monarquía es la Sancho II, "que murió cagando, durante el sitio de Zamora", en una historia que bien merece ser leída en las páginas de "Muertes regias. Cómo murieron los reyes de España".