El G7 declara su compromiso con la prohibición de las importaciones de petróleo ruso
"Nos aseguraremos de hacerlo de manera oportuna y ordenada, dando tiempo para que el mundo obtenga suministros alternativos", han asegurado los miembros del grupo
Imagen de la reunión telemática entre los miembros del G-7 / Thibault Camus / POOL (EFE)
Madrid
Los líderes del G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) se han comprometido a prohibir las importaciones de petróleo ruso al término de la cumbre a distancia mantenida este domingo, según la declaración final publicada por la Casa Blanca.
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Los líderes se "comprometerán a eliminar gradualmente la dependencia de la energía rusa, incluso eliminando gradualmente o prohibiendo la importación de petróleo ruso", indicaba el texto.
"Nos aseguraremos de hacerlo de manera oportuna y ordenada, y de manera que brinde tiempo para que el mundo obtenga suministros alternativos", continuaba la declaración.
Los líderes del G-7 también se comprometerán a tomar medidas para prohibir o impedir la provisión de servicios clave de los que depende Rusia. "Esto reforzará el aislamiento de Rusia en todos los sectores de su economía", se recogía también en el citado documento.
EEUU endurece sus sanciones contra Rusia
Por su parte, Estados Unidos ha anunciado este domingo sanciones contra 27 directivos del banco ruso Gazprombank, que es la principal vía usada por los Estados miembros de la Unión Europea para comprar gas procedente de Rusia.
Las sanciones sirven para dar un "aviso" a Gazprombank, aunque no se dirigen contra el banco en sí, sino contra sus directivos, por lo que los países europeos podrán seguir utilizándolo para comerciar con Rusia, ha explicado a la prensa un alto funcionario estadounidense.
EEUU también ha sancionado este domingo a las cadenas de televisión rusas 'Channel One', 'Rossiya' y 'NTV', al fabricante de armas Promtekhnologiya y a siete compañías navieras en represalia por la invasión rusa de Ucrania.
El anuncio llegaba tras la celebración este domingo de una reunión virtual de los líderes del G7, en la que ha intervenido el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Asimismo, Washington ha prohibido a las empresas estadounidenses vender a Rusia materiales industriales que puedan emplearse en la guerra y decretó que las compañías de EEUU no podrán prestar servicios de contabilidad o asesoría a ninguna persona o entidad rusa.
Ucrania agradece la "solidaridad plena e incondicional" del G7
Zelenski ha agradecido la "solidaridad" mostrada por el G7 en la defensa de su "integridad territorial" y ha considerado que los resultados alcanzados en la reunión virtual con sus líderes van "más allá de unas frases generales".
La convocatoria de ese encuentro virtual, emplazado formalmente por Alemania por ejercer la presidencia de turno del grupo, es "una muestra de solidaridad plena e incondicional", aseguró un portavoz del líder ucraniano, a través del portal Ukrinform.
"Todo el mundo civilizado apoya nuestra independencia, la defensa de nuestra integridad territorial, la seguridad económica y la energética", ha añadido la misma fuente.
Johnson aboga por un incremento de la ayuda militar a Ucrania para recuperar territorio
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha pedido este domingo al resto de líderes del G-7 que incrementen la ayuda militar a Kiev para que las fuerzas ucranianas puedan avanzar contra el Ejército ruso en lugar de limitarse a conservar sus posiciones.
"Ucrania necesita obtener armas que le permitieran no solo mantener su territorio, sino también recuperarlo", ha hecho saber Johnson en un mensaje publicado por la oficina del primer ministro y recogido por Sky News.
El mandatario también ha declarado que "el mundo necesita hacer más y actuar más rápido en apoyo de Ucrania", según hizo saber durante su comparecencia en la videollamada con el resto de los líderes de las principales economías mundiales.
Johnson, finalmente, destacó la "salvaje ironía" en relación al hecho de que los líderes se hubieran reunido para discutir la invasión de Ucrania ordenada por el presidente ruso, Vladimir Putin, justo cuando muchos países conmemoraban el final de la Segunda Guerra Mundial.
