Jaén

La asociación provincial de fabricantes y expendedores de pan se ha concentrado esta mañana ante la Subdelegación del Gobierno para denunciar la situación que viven. Si bien es cierto que al asistencia ha sido muy escasa, las reclamaciones que ha enumerado el presidente del colectivo, José Antonio García, han sido muy contundentes y ha apuntado "al pan congelado" como una de las principales causas del declive del sector tradicional. Ha criticado que "estamos viendo como las grandes superficies lo están utilizando como artículo de reclamo, incentivan que el consumidor vaya a comprar el pan para que luego compren otros alimentos".

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A esta competencia se suma también, según García, la de las "tiendas de barrio". Sostiene que no se puede entender "que una pequeña tienda de barrio que saque de debajo de la caja registradora una caja de pan congelado, que lo meta en el hornito, que le de un calentón y ya está". Recalca que están "desprotegidos por la administración cuando da lugar a esto" y pide apoyo institutcional porque sino, remarca, "desapareceremos".

Las críticas también se han centrado en la importante subida de los costes de producción cifrando en un 150% la subida de la harina "mientras que la energía se ha triplicado". Este es el caso de Mari Carmen Ramírez, una panadera de Alcaudete, que ha señalado que "antes pagaba 1.500 euros y eso ahora se ha disparado un montón". También subrayaba las dificultades que plantea el reparto a domicilio ya que "con la pandemia obligaban a las panaderías a dejar el pan en la puerta y eso no se toma en cuenta".

Las peticiones

A pesar de la difícil situación, García asevera que no han subido los precios "porque el consumidor va en busca del pan más barato aunque sea cambiar pan por salud". También ha recordado que a lo largo de las dos últimas décadas el consumo del pan ha bajado un 50%, un declive que asegura que ha venido "por la falta de información acerca del valor nutricional que tiene el pan de toda la vida", algo que "solo pasa en España".

Entre las medidas de apoyo que ha solicitado a la administración autonómica, ha puesto de ejemplo la legislación francesa. En el país vecino, según el presidente provincial, para abrir una panadería, la persona interesada "debe ser panadero con al menos tres años de antigüedad". Por último, García ha lamentado la falta de unión del sector ya que actualmente, la asociación jienense es la única que queda en Andalucía y cuenta ahora mismo con unos 200 establecimientos asociados de un total de 500 panaderías jienenses.