El Carnaval, la terapia de Puchi para volver a las tablas
El chirigotero gaditano recogerá el 29 de diciembre la Uva de Radio Cádiz al Carnaval


La historia de Miguel Ángel Puchi está llena de premios y reconocimientos en el mundo del Carnaval. Con más de 20 concursos a sus espaldas, cuando la vida lo puso a pelear la batalla más complicada, entre otras cosas, el Carnaval y volver a estar con su grupo, le hizo afrontar y superar un duro COVID. Tras varios meses ingresado en el Hospital Puerta del Mar superó la enfermedad. Con muletas y sujetado del brazo de sus amigos cumplió su promesa: volver a cantar en el Falla.
¿Cómo estás?
Muy bien. Vamos mejorando cada día. Me siento espectacular.
¿Contento con el reconocimiento?
Muy contento y muy orgulloso. Habrá gente que tenga más mérito y que me lo den a mí es todo un honor.
Es un reconocimiento a tu trayectoria, pero también a cómo el carnaval te ayudó a superarlo.
Fue terapia pura y dura. Los primeros que me han rodeado y ayudado han sido de mi chirigota. Ellos son responsables de que yo estuviera en el mes de mayo y que ahora lo esté este febrero. Son quienes me recogen, me traen y me llevan.
¿Cómo fue el recorrido?
Fue duro, pero la mente tiene la capacidad de olvidar lo que no interesa y quedarse con lo bueno del proceso, o será que soy muy positivo, pero me quedo con lo bueno. Volver con mi chirigota, compartir ensayos, tener la cabeza ocupada fue fundamental. De hecho de mayo hasta la fecha he notado una mejoría brutal. He vuelto al trabajo con la normalidad que podía.
Tu también has sido muy constante...
Yo reconozco que soy cabezón. He tenido a mi familia y a mis amigos que no me han dejado, pero hemos estado trabajando todos a una.
¿Cómo fue el primer día que fuiste al teatro?
El momento que tengo de recuerdo es el que nosotros siempre antes de cantar vamos al teatro, con el teatro vacío y este año también lo hicimos. Entonces, Vera Luque, que es con quien siempre voy, me llevó en la silla y me dejó allí y me dijo "aquí te dejo", fue un momento de intimidad muy bonito y me harté de llorar y luego de papelillos, que los de la tramoya me pusieron que no veas... Me sentí muy arropado en todo momento.
En todo este proceso también habría momentos bonitos...
Sí, el día de mi cumpleaños, el día de salir, cuando vi a mis padres, a mis niñas, a mi pareja...
Te habrás sentido muy querido...
Los días que no veían a verme mis amigos me escribían, hoy he visto a este, a este y a este y me han dicho que te de un saludo. Yo me he sentido muy querido. Hay que quedarse con lo bueno y me he sentido muy querido y afortunado. Me han escrito mucho y mucha gente.
También tendrás buenos recuerdos del personal del hospital...
El personal fue increíble. Cuando salí me dijo Vera que le íbamos a escribir un pasodoble porque se lo merecían. Con ellos tengo contacto y hace poco me escribieron para felicitarme por este reconocimiento. Una parte de este premio es para ellos.




