Cómo combatir la sequía con una app móvil
Investigadores de la Universidad Loyola crean un proyecto que permite el ahorro de hasta el 20 % del agua de riego
Sevilla
La sequía está golpeando duramente a los agricultores andaluces, con graves pérdidas en sus cosechas debido a la falta de agua. Desde el Gobierno se le está intentando plantar cara con un paquete de medidas urgentes de apoyo al sector agrario, pero la respuesta también puede estar en la tecnología. Un ejemplo es la labor que está desarrollando el grupo de investigación del departamento de Ingeniería de la Universidad Loyola de Sevilla, que trabaja en una línea de investigación denominada 'Agricultura Inteligente'. Su objetivo es, mediante la digitalización o el control automático, gestionar un regadío lo más eficiente posible aportando a cada cultivo justo el agua que necesita y hacer lo mismo con fertilizantes o plaguicidas.
La agricultura, según estudios en los que se basa este proyecto, usa el 60 o el 70 % del agua disponible y en las explotaciones agrarias se consume entre un 20 y un 50 por ciento más de lo que necesitan los cultivos. Este grupo de investigación mide el nivel de humedad de las plantas para evitar que se riegue por encima de lo necesario.
El director del departamento de Ingeniería, Pablo Millán, asegura que hasta ahora los agricultores hacen sus cálculos de uso de agua en función de una tablas con datos, pero sostiene que se tiende a regar "en exceso" para asegurarse de que las plantas reciben lo que demandan.
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Su proyecto se basa en una aplicación que puede usarse desde el teléfono móvil o desde el ordenador, en la que mediante una red de sensores que monitoriza la plantación, se aporta la información de la cantidad de agua y cuándo se tiene que proceder al riego. "Proponemos controles automáticos de riego", explica.
Control de la finca a tiempo real
Esta línea de investigación se está actualmente probando en una finca de Dos Hermanas de hortalizas, un proyecto en el que están trabajando con Cáritas, en el que se está a la espera de resultados. Y se ha probado previamente con éxito en fincas en Paraguay, en las que han podido demostrar que se ahorra hasta un 20% de agua.
Este proyecto también permite monitorizar la finca a tiempo real y, por tanto, cuenta con un sistema de alarma que da cuenta de pérdidas accidentales de agua o problemas en los cultivos.
El objetivo de este grupo de investigadores en que esta tecnología, que permite combatir la sequía, pueda llegar al mercado. "Nuestra tarea acaba ahí. Buscamos una solución útil para la sociedad", explica.