Mendilibar se empeña en hacer historia en el Sevilla (0-3)
Con un equipo plagado de suplentes, el técnico vasco coloca al equipo a las puertas de Europa. Con goles de Mir, Papu y Tecatito, se impuso en la segunda parte. Polémico arbitraje de Ortiz Arias.
Sevilla
Mendilibar ha convertido al Sevilla en un equipo ganador, le ha cambiado la vida al club, en su totalidad, y, desde que llegó, su equipo es el mejor de la Liga. Alejado de la parafernalia de todos los entrenadores actuales, cercano al fútbol de otros tiempos, pero tremendamente efectivo para un Sevilla que ha pasado de tener pesadillas a soñar con grandes logros.
El Sevilla ganó, además, porque Mendilibar le leyó la cartilla al descanso y fue suficiente para que el equipo de Nervión se impusiera con contundencia. Después de una pésima actitud en los primeros 45 minutos, el equipo salió enchufado y marcó pronto. Un buen centro de Montiel lo remató con el pecho Rafa Mir en la boca de gol. Frente a un equipo en clara dinámica negativa, el Sevilla resolvió el pleito con el segundo del Papu -el argentino hizo una magnífica segunda mitad- y el tercero de Tecatito, tras un espectacular taconazo de Fernando.
En la primera parte, el Sevilla salió pensando en el partido frente a la Juventus. Con un equipo plagado de suplentes, pero con titulares como Badé o Rakitic. Se fue diluyendo y el Valladolid puso más intensidad y más llegada en el tramo final de la primera mitad. Antes, Rafa Mir tuvo hasta tres ocasiones que no transformó. En el último instante del primer acto, Ortiz Arias protagonizó un escándalo en Pucela. Permitió sacar un corner fuera de tiempo y, en el rechace de la defensa del Sevilla, señaló el descanso cuando Escudero se disponía a lanzar... y marcar en la portería de Dmitrovic. El lanzamiento fue anulado un instante antes de producirse. A pesar de esa acción, el partido terminó sin otras incidencias, salvo un gol anulado a Badé por una posible falta.
Todo ha cambiado para el Sevilla. Mendilibar bate récords de victorias fuera de casa, ha colocado a su equipo a las puertas de Europa y de otra final. Con un equipo que estaba luchando por no descender, el técnico de Zaldívar puede entrar con fuerza en la brillante historia del Sevilla. Ni el más optimista hubiese diseñado esta remontada.