Un viaje gastronómico por los platos más típicos de la feria de Málaga
Callos, pinchitos y montaditos pasando por algo más dulce como churros y buñuelos son alimentos que no faltan estos días en las casetas
Un viaje gastronómico por los platos más típicos de la feria de Málaga
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Málaga
Durante la feria, la comida adquiere un papel muy importante. Ir de caseta en caseta probando platos, quedar con amigos para comer paella o una reunión con la familia en la que el almuerzo se alarga hasta la sobremesa son algunos de los planes que muchos malagueños y turistas tienen estos días.
La periodista gastronómica, fundadora y directora del Club Gastronómico "Km 0", Esperanza Peláez se ha pasado por los micrófonos de la Cadena Ser Málaga para hacer un viaje culinario por los platos más típicos de la feria.
La comida evoluciona al igual que lo hace la sociedad. Peláez explica que para hablar sobre la gastronomía propia de la feria hay que remontarse al origen de estos días festivos, cuando lo que se celebraba era el intercambio de los diferentes productos y el comercio se hacía en los zocos. Cuenta, que ya en la época en la que el ganado era lo que se comercializaba, había también puestos de comida preparada en los que se ofrecían guisos fáciles de elaborar o frituras como churros y buñuelos. Aunque ahora los vemos como un desayuno típico de cualquier domingo, antes estos alimentos no se preparaban de manera habitual en las casas.
Las brasas también fueron adquirieron poco a poco mucha importancia hasta dar lugar a la elaboración de los pinchitos y los montaditos que se pueden encontrar en todas las casetas. Lo mismo pasaba con el marisco cocido como es por ejemplo el caso de las gambas, que a pesar de que actualmente es un producto caro, antes era mucho más asequible. Pero, ¿qué no puede faltar en la carta de la feria de Málaga? Aunque las altas temperaturas no dan tregua, la directora de Km 0 cuenta sin ningún tipo de duda que los callos y el caldo es algo que siempre está presente, ya que ayuda a que el cuerpo se recomponga después de estar de fiesta.
En Málaga, también hay sitio para otros bocados, algunos de ellos dulces. Peláez destaca los churros o los típicos tejeringos, además del blanco y negro que se ofrece en heladerías como la de Casa Mira. La innovación está presente en las pastelerías con la elaboración de figuras como son los abanicos, que están hechos con la misma masa de las cocas y el roscón de Reyes y que se encuentran en locales como pastelería Pathelin.
Algo que la periodista culinaria echa de menos son los cartuchos de pescaito frito que sí han seguido vendiéndose en ciudades como Cádiz. Además, afirma que en la feria de Málaga se come cada vez mejor, y que hay una gran variedad de oferta gastronómica. Todo aquel que camine por las calles del Real se puede encontrar desde casetas que ofrecen todo tipo de comida andaluza hasta los típicos puestos de comida ambulante con las patatas asadas y las hamburguesas.
Esperanza recuerda que la bebida también es un elemento fundamental de la feria, y que además del Cartojal y el Rebujito de ahora, hace años había una consumición que era muy típica en Málaga, el Florestel. Este combinado estaba elaborado con vino dulce moscatel de la provincia y gaseosa, se bebía en los barrios del Perchel y la Trinidad. Ya se puede escuchar la entrevista completa hecha en el programa de Hoy por Hoy.