Bomberos cordobeses en Marruecos: "No quedan huecos de vida bajo el adobe"

«Este es un escenario catastrófico». Así define el bombero cordobés, Antonio Caballero, el paisaje de destrucción que el terremoto que ha asolado el norte de Marruecos ha provocado en el pequeño pueblo de Amizmiz, en el Alto Atlas. Hasta allí se han desplazado los cuatro bomberos del Consorcio Provincial de Córdoba, Antonio Caballero, Francisco Rodríguez, Juan Fernando Velasco y José Antonio Castro con sus perros, Bolo y Limón, para ayudar en las labores de rescate. Se trata de una zona «de difícil acceso donde el terremoto, que ha sido muy superficial, ha arrasado muchísimas pequeñas aldeas a las que es muy difícil llegar», nos ha contado Caballero. Este bombero cordobés, con amplia experiencia en catástrofes, reconoce que no será fácil encontrar personas con vida «porque la mayoría de viviendas están construidas con adobe, un material que cuando colapsa no deja huecos de vida bajo los escombros donde puedan hallarse supervivientes». No obstante, «nunca se pierde la esperanza», ha dicho. Caballero ha destacado también «el nivel de concentración y motivación» con el que están trabajando sus perros, Limón y Bolo, cuya labor de localización de cadáveres también resulta esencial en un escenario como ese. «Es muy importante saber que en la zona por la pasa tu perro no queda nadie vivo ni ningún cadáver, y que pueden entrar las máquinas a demoler edificios con tranquilidad», ha explicado. Los bomberos cordobeses no saben aún cuando volverán a casa. Según Caballero, «todas las cartas están sobre la mesa y en breve decidiremos cómo seguirá siendo nuestra labor aquí».