El Colegio de Médicos de Málaga pide a la Junta que prohíba la venta de bebidas energéticas a menores de edad

En los últimos años se ha observado un incremento del consumo habitual de bebidas energéticas entre la población menor de edad, que lo han incorporado en su día a día como si se tratara de un refresco más. Si se beben de forma regular tiene efectos realmente nocivos para la salud por lo que el Colegio de Médicos de Málaga solicitará a la Junta de Andalucía que prohíba la venta de estas bebidas entre los jóvenes menores de 18 años. De este modo, la comunidad autónoma seguiría el ejemplo de Galicia, que ya ha dado luz verde para que en 2024 estas bebidas tengan una normativa similar a la del alcohol. Los gallegos no son los únicos. Hay otras comunidades, como Castilla y León o la Comunidad Valenciana, que también se están planteando seguir los pasos de Galicia. Sin embargo, Andalucía no se ha pronunciado aún en este sentido por lo que el Colegio de Médicos de Málaga solicitará a la Junta de Andalucía que se sume a esta iniciativa. Hoy la entidad colegial ha iniciado una campaña en redes sociales informando de los riesgos de estas bebidas.

El presidente de los médicos malagueños, Pedro Navarro, ha pasado por los micrófonos de la Cadena SER para explicar que el consumo habitual de bebidas energéticas es perjudicial para la salud ya que contienen cantidades de cafeína, taurina y azúcar que duplican la dosis diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud. Desde el Colegio de Médicos de Málaga alertan de su consumo en menores; no deben beberlas hacerlo de forma habitual conlleva riesgos cardiovasculares, neurológicos, problemas psicológicos y alteraciones del comportamiento y del sueño. Pueden provocar arritmias e irritabilidad.

A los médicos les preocupa porque la población infantil y adolescente considera estas bebidas como un refresco más e incluso, alertan, que es habitual mezclarlas con alcohol: “Es un cóctel explosivo”, dijo el Dr. Navarro, y añadió que “es importante que las familias no las compren en casa y que desaconsejen a sus hijos su consumo explicándole los riesgos para su salud”.

Las bebidas energéticas son productos comerciales no alcohólicos con alto contenido de cafeína, taurina, azúcar y otros ingredientes con propiedades estimulantes. La ingesta de bebidas energéticas ha crecido exponencialmente debido a que sus estrategias de marketing las asocian con un mayor rendimiento físico, mental y de bienestar. Esto, unido al atractivo diseño de las latas, variedad de sabores, bajo precio y facilidad de compra en cualquier establecimiento, las han convertido en populares para adolescentes y adultos jóvenes.

En el último informe 'ESTUDES' de 2022, la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanza Secundaria en España, se indica que 4 de cada 10 estudiantes habían tomado bebidas de este tipo en los últimos 30 días. La prevalencia era mayor en los chicos (50,7%) que en las chicas (39,0%). En lo que respecta a la práctica de mezclar bebidas energéticas con alcohol, se vio que el 16,1% de los estudiantes de 14 a 18 años había consumido esta mezcla en los últimos 30 días, cifra que es superior entre los varones. Los autores del estudio afirman que hay una mayor prevalencia de consumo de las diferentes drogas analizadas entre aquellos estudiantes que han consumido bebidas energéticas de alto contenido en cafeína, que alcanzan valores máximos cuando se mezclan con bebidas alcohólicas.

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Otros estudios científicos han resaltado que su consumo habitual se ha asociado con síntomas de déficit de atención o hiperactividad y conductas violentas, problemas respiratorios, dolores de cabeza, malestar estomacal, insomnio, irritabilidad, taquicardia, arritmias, nerviosismo, ansiedad, agitación, palpitaciones, trastornos visuales o del sueño, del estado de ánimo e incluso con tendencias suicidas.