Los pantanos jienenses esperan la llegada Karlotta para aumentar el agua embalsada

Jaén

La Península Ibérica y, sobre todo, la cuenca mediterránea, están inmersas en una sequía que ya dura años y que ha obligado a comunidades autónomas como Cataluña a adoptar una serie de medidas de ahorro para hacer frente al bajo nivel que tienen los pantanos mientras que también se baraja traer agua desalada a Andalucía desde Cartagena.

Por ello, la llegada de una borrasca a nuestro país, procedente del océano Atlántico y que ha sido bautizada como Karlota, se presenta como una pequeña esperanza, sobre todo teniendo en cuenta que las previsiones apuntan a que febrero será un mes más lluvioso de la normal.

A falta de 48 horas para los primeros chubascos que se esperan sean intensos, los embalses de la provincia se encuentran, con 510 hectómetros cúbicos embalsados, al 21,5% de su capacidad, prácticamente igual que la media de la cuenca del Guadalquivir.

La comparación con la misma semana de 2023 es negativa ya que en los últimos 12 meses han perdido algo más de seis puntos. El balance es todavía peor si nos vamos hasta 2014, ya que se desploman 25 puntos y medio, o lo que es lo mismo, hace una década estaban al 47%.

Por embalses, la mejor situación está en los más pequeños como son El Dañador y El Encinarejo mientras que lo peor está en el Guadalén, Giribaile y el Quiebrajano, del que se abastece la capital, con porcentajes que no superan en ninguno de los tres casos, el 17%. Por su parte, el de mayor capacidad, El Tranco está a un tercio de su capacidad.

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