El baile conecta Cádiz y África

Cádiz

Bi Tra Marcel Tianan y Gaspard Diebi Zamble tienen incorporado el ritmo a sus vidas. Bi Tra Marcel es percusionista e instrumentista. Ha formado parte del antiguo Ballet Nacional de Costa de Marfil y ha sido profesor en diferentes escuelas de Francia y España. Gaspard Diebi es bailarín y coreógrafo en la Compañía Ballet Nacional de Costa Marcel. Reside desde hace 28 años en Londres, donde imparte repertorios tradicionales del África negra a un amplio público. Ambos cuentan con una larga trayectoria en la Escuela de Danza de la Universidad de Cádiz.

Los dos han conseguido en los cursos de verano de la Universidad de Cádiz hacer de lo inédito lo común. Porque quien paseara esos días por la Alameda de Cádiz dejaría de parecerle extraño algo, a priori, poco común. Medio centenar de personas bailando a ritmo africano en uno de los lugares más hermosos de la ciudad gaditana. El curso de verano ha hecho hincapié este verano en los repertorios tradicionales africanos.

Por ejemplo, el Abodan, danza de regocijo, satisfacción y alegría que baila el pueblo Baulé, los antiguos habitantes del país Akan, la actual Ghana. O Sabre, la danza guerrera de los Wê (Oeste de Costa de Marfil), pueblo que habita en una de las regiones más húmedas del África Occidental. Sus movimientos se basan en la concentración y la potencia del cuerpo, antes y después de la pelea. La danza Tématé cuenta la historia del arroz, desde su plantación hasta su consumo. Así la danza está hecha de mímicas y gestos que tratan de los diferentes trabajos del cultivo del arroz, su preparación y su consumo. El Tématé es una danza perteneciente a los rituales de fiesta. O Tiriba, que se inició en las tribus indígenas, era practicada por los pueblos de los países del continente africano y contaba historias mediante el baile y el canto, haciendo rituales. O Lamban, danza de celebración en Guinea, Senegal y Mali.

Carmen Pérez, de Albacalí, lleva muchos años participando en la organización de estos cursos, donde sus participantes, casi todos asiduos cada año, que no dudan en repetir la experiencia. Es una acogida mutua. Bi Tra Marcel y Gaspard Diebi se siente en casa. Y los participantes se sienten parte una tradición, de una cultura, de otro continente, al otro lado del mar que les observa desde la balaustrada.