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Sociedad

La primera portera de Radio Sevilla "era una madre para todos"

En el centenario de la Cadena SER, recordamos los primeros tiempos de Radio Sevilla con la familia de la primera guardesa de esta casa: sus nietas Ana, Isabel, Reyes y Cristobalina

La primera portera de Radio Sevilla "era una madre para todos"

Sevilla

Esta es la historia de una familia como tantas de la década de los 30 del siglo pasado, solo que su crónica está íntimamente unida a la de Radio Sevilla. Todo comenzó cuando Ana Caballero, llegada del Saucejo para trabajar en la capital, comenzó a servir con una familia a la que luego trasladarían a Madrid, pero antes de quedarse sin trabajo, le sugirieron que Radio Sevilla estaba buscando una portera. Así fue cómo llegó a estas instalaciones de Rafael González Abreu y aquí estuvo hasta que ella y su hija, si se le puede llamar así, se jubilaron y se fueron a vivir a la Macarena a finales de los años 70. 50 años que da para toda una vida...

Ana Caballero venía de su pueblo, y tenía un hijo Rafael, y a dos hijas, Lola e Isabel. Precisamente esta última sería quien sucedería a su madre, una vez jubilada, en la portería de Radio Sevilla, cuya vivienda estaba en la azotea.

Primera por la derecha Ana Caballero y la tercera por la izquierda su hija Isabel Caro

Primera por la derecha Ana Caballero y la tercera por la izquierda su hija Isabel Caro

Este martes hemos contado en Hoy por Hoy Sevilla con las hijas de Rafael, nietas de Ana Caballero y sobrina de Isabel: Ana, Isabel, Reyes y Cristobalina. Como era de esperar, nos han contado que frecuentaban mucho la azotea de Radio Sevilla, sobre todo Ana e Isabel, ambas costureras y que hacían el almuerzo en casa de su tía y de su abuela, es decir, "aquí mismo". Las otras dos, Reyes y Cristobalina, también venían, pero para limpiar la galería de arriba; la parte de abajo la limpiaba su tía Lola. Ellas, junto a su tía y su abuela, han tenido el privilegio de conocer a personajes que de otra manera les habría sido imposible, un mundo que les descubría vivir tan cerca de unos micrófonos por lo que pasaron multitud de protagonistas.

Eso sí, dicen sus nietas "cuando era el día de Reyes a todas nos decían que ni carreras ni gritos, que esto era una radio y había que respetar los silencios". Unos silencios y unos olores de la cocina de la abuela que "qué maravilla, hacía de miedo sardinas rebozadas, carne en salsa...", recuerdan sus nietas con la emoción de volver a su infancia y juventud.

Se trata del mundo de la radio desde una perspectiva familiar y entrañable, "porque era su casa", donde lo personal y lo laboral estaban muy unidos.