Más mascotas que niños
La firma de opinión de Mercedes Prieto en Hoy por Hoy Jerez
Firma Mercedes Prieto
Jerez de la Frontera
Más mascotas que niños
Entramos en otoño y las noticias económicas no son muy buenas que digamos. El mes de septiembre es especialmente duro para las familias con hijos. La vuelta al cole marca este mes y la compra de uniformes, libros y material escolar es como una roca que hay que intentar salvar antes de la llegada de las Navidades, otra época del año destacada en el calendario por extraordinarios y más gastos.
El precio de la vivienda está imposible y de los alquileres lo mismo en cualquier ciudad de España. Es difícil encontrar una vivienda para larga temporada. Se han impuesto las rentas por curso escolar y por temporada de verano, para que los propietarios de los inmuebles le saquen más rendimiento, sobre todo en las localidades costeras.
La cesta de la compra no para de subir, y no me refiero solo al coste del aceite de oliva, sino de cualquier producto de primera necesidad. Todo está más caro, y encima han intentado engañarnos haciendo envases un poco más pequeños y subiéndoles el precio. De hecho, esta información ha salido hasta en los informativos porque los consumidores no son tontos y han dado la voz de alarma. Por cierto, una práctica no legal, pero que se ha realizado impunemente.
En nuestro país hay más mascotas que niños. Concretamente, 6 por cada niño, y la tendencia es la misma en todas las comunidades autónomas. Esto unido a una encuesta del INE que dice que el 25% de las mujeres no se decide a ser madre por razones económicas, falta de políticas de conciliación y por la inestabilidad laboral, no augura un futuro mejor en cuanto al aumento de la natalidad.
Estos factores me hacen plantearme a dónde vamos como sociedad. ¿Estamos sustituyendo a los hijos por mascotas porque es más barato y más fácil criar y educar un perro o un gato que un hijo y además dan amor incondicional a cambio de nada?
Cada año nacen menos niños en España y una sociedad sin niños no tiene futuro, por ello, hay que poner en marcha políticas de conciliación y económicas, serias y reales, que faciliten al que quiera hijos poder tenerlos, si queremos seguir avanzando y mejorando como sociedad.