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Opinión
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Un recuerdo cálido

La firma de Setefilla G Cobos en Hoy por Hoy Jerez

FIRMA SETEFILLA G COBOS

Jerez de la Frontera

UN RECUERDO CÁLIDO.

Hace unos días tuve la oportunidad de conocer la historia de Margaretha Krook, una actriz teatral y cinematográfica de nacionalidad sueca. Una de las más destacadas del siglo XX, por su gran talento, motivo por el cual recibió numerosas distinciones en su etapa profesional, tanto por sus roles cómicos como papeles dramáticos.

Una persona muy afable y cercana. Tenía la costumbre de salir del teatro cuando terminaban sus actuaciones para fumarse un cigarrillo, y entablar conversación con quienes se le acercaban.

Falleció en el año 2001, a causa de un cáncer de plumón. En sus últimos años, cuando su salud comenzaba a deteriorarse, continuaba actuando a pesar del dolor. Se cuenta que incluso en sus días más difíciles, encontraba fuerzas para subirse al escenario, porque decía que el teatro la mantenía viva.

Antes de morir, expresó su deseo de que no se le hiciera ninguna estatua en su recuerdo. Tenía el concepto de que las estatuas son frías y antipáticas, y eso no iba con su forma de ser, pues ella era una persona abierta a los demás, amigable y amable.

Sin embargo, en contra de su criterio, le dedicaron una estatua, realizada en bronce a tamaño un poco mayor del natural, que se colocó en una de las esquinas del emblemático teatro dramático de Estocolmo, justo en el lugar donde ella fumaba.

Pero esta estatua tiene una particularidad: desprende una temperatura constante de 37 grados. Las personas que pasan por allí suelen acercarse a ella para recibir su calor, frotándole, sobre todo la nariz y el vientre.

En medio de las gélidas temperaturas de esta ciudad, la estatua de Margaretha representa esa sensación de calidez que la actriz desprendía.

Ahora su espíritu continuará irradiando calor y vida a todos los que pasan por allí.

Preciosa iniciativa y una original forma de ser recordada.