Así comienza cada año la historia del Cascamorras: el Niño de la Bola y Pedro Antonio de Alarcón
La existencia de las singulares fiestas navideñas de Guadix fue reflejada en la famosa obra del ilustre escritor accitano en 1878
Granada
La Hermandad de la Virgen de la Piedad de Guadix ya ha designado a la persona encargada de representar al Cascamorras en el año 2025. Se trata del accitano Fran Vera que, como sucesor de Juan Pedernal, asumirá por primera vez la encomienda de acudir a Baza el 6 de septiembre para intentar llevarse a Guadix -“sin mancha”- la Virgen de la Piedad. Luego, regresará a la ciudad accitana tres días después sin haber completado su misión.
Tanto Fran Vera, como el secretario de la Hermandad de la Virgen de la Piedad de Guadix, Kiko López, han contado a Radio Granada los detalles de este nuevo nombramiento que se hizo público el pasado 22 de diciembre al terminar la Misa del Niño de la Bola y antes del tradicional Baile de Rifa.
Entrevista a Fran Vera, Cascamorras 2025
10:54
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Historia y tradición
Los “Bailes de Rifa” y “Bailes de Ánimas” de finales del siglo XIX, tenían lugar en la Placeta de la Ermita Nueva, en el Barrio de Cuevas de Guadix, durante las tardes de Pascua de Navidad. La organización de estos bailes correspondía a la Hermandad de Nuestra Señora de Gracia, patrona del barrio. Tradicionalmente, consistían en que cualquier persona de entre los asistentes al baile ofrecía un donativo en metálico para que bailara un determinado hombre con una elegida o designada señora/señorita. El donante decía: “Doy 25 o más reales o pesetas para que baile “fulano” (el hombre elegido) con la señora o señorita.”
Los Donativos se recogían en un “cepo” que portaba un miembro de la Hermandad de Nuestra Señora de Gracia. En ese momento tomaba parte el pintoresco personaje del “Floreo” señalando a ambas personas elegidas y comunicándoles la propuesta de baile realizada por el oferente. Los momentos trágicos se producían cuando el acompañante, esposo o novio de la mujer designada, se negaba a que bailara su mujer con otro hombre. O, cuando comenzaba la puja entre el oferente y el designado. Este solía igualar el donativo ofertado para negarse a bailar. El oferente comenzaba a pujar el primer donativo y el afectado a igualar o pujar la cantidad. De esta manera la puja entre ambos llegaba a momentos muy tensos.
Por este motivo, se modificaron cambiando la designación de las personas para bailar por “golpes con una caña o cañazos” que el Floreo propinaba a los designados. Continuó la puja, pero en vez de ser para bailar, sería por el número de “cañazos” a dar al designado. Su nueva fórmula consistió en:“DOY, O DAMOS , 25 , 50 , … , O MÁS PESETAS PARA QUE DÉ 2, 3, … “CAÑAZOS” –CON LA CAÑA QUE EL FLOREO PORTABA DURANTE TODAS LAS FIESTAS NAVIDEÑAS – A FULANO”.
La existencia de estas fiestas navideñas fue reflejada en la obra “El Niño de la Bola” del ilustre escritor accitano Pedro Antonio de Alarcón, en 1878. En ella inmortalizó los “Bailes de Rifa” que tenía como escenario real la Ermita Nueva.