Ni Rubi ni Melero

Almería

LA OPINIÓN DEL DÍA: He tardado antes de ponerme a escribir de un jugador por el que siento una enorme debilidad. Buen profesional y gran futbolista no termina de ser el que era por mucho que lo intente. Gonzalo Melero es uno cuando recibe y pasa y otro cuando conduce la pelota y se empeña en dar pausa al juego. Qué mala suerte que cuando mejor estaba se lesionó. Pasa de revitalizar a un equipo muerto en A Coruña a no entrar en la convocatoria y cuando vuelve ya no es el mismo. Ni Rubi ni Melero saben a ciencia cierta cual es el motivo de ese cambio radical que hace de Melero una incógnita. En Eibar salvo llevar el brazalete de capitán y asistir al sorteo de campos poco se salva. Lento con la pelota en los pies no le dio salida y perdía la posición con facilidad. Vamos, como el resto de los compañeros.

¿Qué Melero toca hoy? La pregunta la tiene que responder el futbolista al que le sobran cualidades y capacidades para liderar al Almería, pero algo le pasa que no ha trascendido porque el ritmo de competición lo ha perdido y ese primer toque que rompe al rival ni aparece. Nada que destacar de su labor ante el Eibar donde tuvo de compañeros a Lopy y Kaiky. Un centro del campo de futbolistas que veían pasar la pelota sin respuesta. Todos esperaban más de Melero que firmó uno de sus peores encuentros con la rojiblanca.

Si no está en plenitud mejor que no lo saque de inicio el entrenador porque no estará cómodo, el rival le quitará la pelota y romperá líneas. Se ha convertido en una incógnita que solo puede despejarla el madrileño que cuenta con el respaldo de Rubi.

Líder

De Gonzalo Melero siempre hay que hablar bien porque es un gran profesional que lo pone todo. Unas veces brilla y otras se apaga sin que haya un motivo claro o que trascienda al aficionado. Si está en plenitud son diez y Melero, pero si su estado físico no le acompaña el Almería juega con diez y se vuelve peligroso perdiendo balones cuando el equipo comienza la transición. El Melero de Eibar no tiene sitio en el Almería por mucho que cuente para Rubi. El que tantas veces ha liderado al Almería pasó sin pena ni gloria por Ipurúa dejando dudas. Nada que ver con el Melero que se echa al Almería a sus espaldas.

Lento

Cuando no se encuentra bien el madrileño su propuesta futbolística cambia. No suelta la pelota a las primeras de cambio. No conecta con los hombres de arriba ni pisa el área. Se instala por delante de Lopy conduciendo la pelota en exceso y perdiendo balones que salen caros. La frescura que le suele dar al Almería no se vio en Ipurúa, y nada que ver con ese Melero de A Coruña que revitalizó al Almería. No son Kaiky y Lopy dos cohetes precisamente y parecía que músculo y calidad iban de la mano en Eibar y todo salió mal desde la primera pelota que tocaba y perdía para desencanto de un entrenador que siempre apuesta por sus servicios.

Imprevisible

Cuando está bien en lo físico el Almería gana mucho. El madrileño tira del equipo con pases medidos a los delanteros y siempre jugando a uno o dos toques para desestabilizar al contrario. Nada que ver con el Melero de las grandes tardes el que salía titular en Eibar para un partido marcado en rojo en la agenda rojiblanca. No le salía nada y su aportación dejaba mucho que desear y volvemos a preguntarnos qué Melero tocará en el siguiente encuentro, ya que es capaz de lo mejor y de lo peor. No debe de estar en plenitud física porque no se entiende su lentitud con la pelota.