Qué lejos queda Bordalás
De poder firmar por el Almería a ser un entrenador top de Primera
Bordalés en su etapa de entrenador en el Elche. / Cadena SER
Almería
Le dio calabazas a Alfonso García Gabarrón y firmó por el Elche cuando todo apuntaba a que sus raíces almerienses serían un plus para que el preparador alicantino acabara en el Mediterráneo. Un señor de los banquillos pasaba volando por el plan del Almería y a día de hoy está muy lejos de dirigir a un club que nunca ha perdido de vista. Ha saltado el listón de esos entrenadores que trabajan en Segunda y saltan a Primera para ser considerado de los top de LaLiga porque sus números le avalan. Si algo había que le gustaba al Almería de Pepe Bordalás era ese carácter que tienen sus equipos que siempre compiten para ganar y sumar puntos. El objetivo es lo que importa y sabe transmitirlo un técnico que sabe construir buenos vestuarios. Con Rubi firmado para tres años y un Almería de Segunda (a día de hoy) se alejan las opciones. Qué lejos queda Bordalás.
El nombre de Bordalás está ligado a Almería porque tiene raíces en Níjar y se prodiga cada verano por Cabo de Gata para oxigenar la mente y diseñar esos planes que le han convertido en uno de los mejores entrenadores de LaLiga. Muy cercano en las distancias cortas y amante del buen rollo, no negocia nunca la falta de compromiso en el campo y utiliza en las charlas un lenguaje corto y directo para convencer a sus futbolistas. Se le ha catalogado a su Getafe como un equipo que lleva al límite eso que algunos llaman el otro fútbol, cuando da gusto verlo competir, y a Bordalás pegado al área técnica dispuesto a borrar la línea de cal llegado el momento.
Es un entrenador que siempre gustó en Almería y si Alfonso García no lo pudo conseguir por el mayor capital que le ofrecía el Elche, además de un modelo de perfil superior, le toca a Turki Al-Sheikh seguirle muy de cerca porque siempre suele conseguir los objetivos.
Modelo
Para Bordalás nada es imposible cuando de fútbol se trata y a sus 61 años pocos le soplan a la oreja ya que conoce su oficio. Los equipos que dirige llevan su sello y lo basa todo en un buen vestuario que sabe construir a base de mensajes cortos y directos. Dicen los jugadores que han trabajado con Bordalás que no pierde el tiempo y sabe pedir a cada jugador lo que quiere y se lo transmite. No se negocia el esfuerzo y el carácter se nota en los partidos. Se puede perder, pero el que no ponga lo que él ha pedido ya sabe lo que le espera. No es casualidad que lleve tantos años en Primera División y que cada verano su nombre suene pese a tener contrato en vigor. Nunca pasa inadvertido y se dice que sus equipos son ‘guerreros’, pero nada más lejos de la realidad que persigue el alicantino con raíces almerienses que lo basa todo en su enorme control de la situación y un profundo conocimiento de la competición en la que dirige.
Proyecto
Ahora que los clubes firman entrenadores para largo tiempo, a Bordalás se le acaba el contrato el 30 de junio y no tiene prisa por renovar o buscar otro destino. Trabajo no le faltará y pretendientes los tiene de categoría. No pasa inadvertido dentro de esa rueda de preparadores top que se ha formado en el fútbol español. Lo del Almería sigue quedando lejos por su caché y el largo contrato que tiene firmado Rubi. Seguro que no se piensa jubilar pronto como hay que tener claro que siendo almeriense de alma, seguro que se volverán a cruzar sus caminos como en aquel verano de 2009 cuando el Almería le tiraba los tejos y el Elche se lo llevaba porque ganaba en lo económico y le ofrecía un proyecto irrechazable. La vida da muchas vueltas.

Tony Fernández
Redactor de Deportes de SER Almería. Llegó a la SER en 1996. Antes, en RNE. Más de 40 años de experiencia...