Pegado a la radio con el transistor del 'Papico'

Almería

Me pide Simón Ruiz que escriba sobre la radio el día del apagón y lamento hacer una foto de la taza de café del tiempo y no salir del todo la radio de mi suegro Carlos que la tengo siempre en la cocina y la pongo todos los días. Me da la vida cuando me pongo a escribir en la soledad de mi despacho con Los 40 Classic. Lo de escribir pegado a la radio me viene de los años de estudiante en la cocina de mi casa con el radiocasset de pilas gordas. La radio de mi suegro Carlos al que todos conocemos en la familia como El 'Papico' me hizo un servicio especial. Yo, como hombre de la radio juego con la ventaja de poder estar a los dos lados de la misma y de conocer a muchos de los que la hacen. Yo, que vivo y como de la radio ayer me sentía muy orgulloso de ella. Dijo el director Pedro Mahuel que: "Tony, apaga el ordenador", y le obedecí pero con la radio me hice el loco: totalmente, no la apagué.

La Cadena SER me acompañó todo el día con su programación especial y como jugaba el Almería por la tarde al llegar a casa a mediodía me fuí a por ella y mientras me comía un plato de acelgas del frigorífico con pan duro y me tomaba un café del grifo la radio del 'Papico' me tenía informado. Tengo muchas radios pero quiero esta. No es grande, pequeñita y la llevo siempre conmigo porque yo quería (quiero) mucho a mi suegro que ya no está con nosotros. Todo comenzó cuando Alfredo Casas entrevistaba a Joaquín Jiménez por el anuncio de los Juegos Mediterráneos. De pronto se cortó la comunicación y me acordé de Joaquín clamando por quedarse sin teléfono un profesional de su categoría. Luego llegó el director apagando luces y ordenadores para ahorrar energía: pero no apagué la radio.

Lo mejor de todo fue por la noche a oscuras comiéndome el bocadillo del Carrusel Deportivo a oscuras sentado en la cama y el presidente del Gobierno hablando a la nación. Un vaso de leche del tiempo y dando cabezadas con la casa a oscuras. La radio lo llenaba todo y la radio del 'Papico' siempre dando servicio. Esa radio por la que él escuchaba a su nieto Carlos Miralles cantar los goles del Almería seguía dando la talla.

Mañana

Alfredo Casas es mi vecino de mesa y estuvimos hablando de Joaquín Jiménez y su "Almería, Almería, Almería", siempre he sentido orgullo de mis compañeros y lo quiero mucho porque me trataba con enorme respeto. A Javier Romero también lo quiero pero me da mucha caña. Precisamente Romero y Casas se prepararon un 'programón' y en lo mejor saltaba todo por los aires con el maldito apagón. Cuando apagué el ordenador me encerré en el estudio de la SER y preparé el programa de deportes hasta que se anunciaba que la programación especial iba hasta las 4 de la tarde y tuve que recoger y dejarlo todo para la tarde que teníamos Carrusel y jugaba el Almería: si llegaba la luz. Como se decía que volvería en horas tenía esperanzas de poder hacer el programa: todo listo

Tarde

Llegaba a casa pasadas las tres de la tarde y puse la radio del 'Papico' para seguir al tanto de todo. El frigorífico en decadencia y las acelgas todavía frías: las hice en la tarde del domingo. Con poca hambre porque cuando tengo Carrusel pierdo el apetito por la tensión, me puse delante de un plato frío, con pan de días anteriores (me gusta así, tenía del día) y un café del grifo. No volvía la luz y me tumbé encima de la cama con la radio puesta y la Cadena SER iba informando. En el camino de ida y vuelta a casa miraba a los semáforos por si se encendían (por lo del partido) y entraba Pacojó y decía que no había noticias sobre la suspensión. Rafa y Carlos se fueron al Mediterráneo y yo en el estudio. Solo iba el wassap hasta que llegaba la noticia de la suspensión. No me pasó antes desde 1996: lo de suspender un Carrusel Deportivo.

Noche

Cuando terminamos de alimentar el digital de LA VOZ salía para casa a todo trapo porque no volvía el fluido eléctrico y la luz solar se agotaba. Puse la radio y se anunciaba que iba a hablar el presidente del Gobierno. Me eché un vaso de leche y mientras me quitaba la ropa el 'bocata' de salchichón con papel de concina encima de la cama y a cenar. Habló el presidente se fue la luz, eso si que fue irse la luz y toda la casa a oscuras. Escuché las señales horarias de las diez y las once y... dando cabezadas con el despertador de pilas puesto y el eléctrico apagado. De pronto abrí los ojos y justo al lado de la radio vi que eran las 2:20 en el despertador y le daba al interruptor y se encendía la luz casi a la vez que apagué la radio del 'Papico' y me dormí hasta las 5 de la mañana. Y aquí estamos con la mesa llena de papeles. Hasta el 'cielolaboca' de trabajo y orgulloso de mi profesión. Porque en mi nómina por: Locutor de Radio.