Paco Iribar: el míster del Almanzora

Almería

Si vas a Olula del Río seguro que te lo encuentras. Es el embajador de un municipio que se le quedó pequeño por la magnitud de su fútbol pero al que se ha aferrado toda la vida. Se llama Francisco Garre Cañabate, pero le gusta que le llamen Paco Iribar, porque si preguntas por su nombre en su pueblo lo mismo no das con él. Nada más aterrizar en Radio Almanzora a finales de los ochenta saltó a escena. Me dijo Juan Torregrosa, comentarista deportivo de Albox, que “lo que quieras saber del fútbol en el Almanzora llama a Iribar”. No al mítico del Athletic de Bilbao, claro, era el famoso portero que llegó a jugar en los mejores juveniles de la provincia cuando el Almería de Maguregui sacó un equipo para Liga Nacional. Luego realizó grandes paradas por clubes de la geografía almeriense, hasta salió fuera para jugar y entrenar porque el fútbol es su pasión.

Lo han destacado en su pueblo en una gala deportiva que le ha emocionado porque no es amigo de parafernalias ni le gusta la fama. Él, que ha sacado a tantos buenos futbolistas de la Escuela de Olula, prefiere trabajar sin hacer ruido. El míster del Almanzora es muy querido en el balompié nacional y andaluz y ha entrenado a muchos futbolistas, pero su Diego Capel es punto y aparte. Todo lo que sabe lo reparte entre los alumnos y su fidelidad a la Escuela data de 1995 y se puede asegurar que el éxito de la misma radica en la apuesta del Ayuntamiento de Olula por Paco Iribar. Si tiramos de su curriculum vitae no acabamos y basta decir que lo es todo para el alumno y para el fútbol de Almería, el faro que ilumina una comarca tan futbolera como el Almanzora.

Se emocionaba en su pueblo y asistía a un interminable aplauso que resume todo el cariño que le profesan sus gentes. No se ha parado a contemplar su obra y cuando afronte la recta final de la vida sabrá todo lo que se le quiere porque ha educado en valores a muchas generaciones que han sabido beber del manantial de valores de Paco Iribar, por encima de todo un maestro. No hay premio capaz de valorar el legado de Francisco Garre Cañabate.

Persona

Cuando lo saludas es la bondad de un hombre bueno. De un maestro que enseña todo lo que sabe y de una persona muy preparada y sabe de lo que habla. Seguro que los hay mejores y habrán ganado títulos, pero los trofeos de Paco Iribar llegan a casa cuando esos niños salen de la Escuela de Fútbol de Olula con la ilusión de llegar muy lejos. Siempre les abre los ojos y les deja claro que se meten en un mundo difícil y una vez mandado el consejo lo que toca es divertirse y con Iribar nadie se aburre. Hablar con él es aprender, porque no para de enseñar todo lo que el fútbol le dio. No entiende la vida sin esa lucha constante por transmitir todo lo que sabe y extraer lo mejor de cada jugador. Alma de técnico.

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Futbolista

Siendo un niño se federó a los 14 años en el equipo de su pueblo. El Almería se fijaba en sus paradas y su estatura para ponerlo bajo los palos de una selección de grandes futbolistas que dieron vida al equipo juvenil de la A.D. Almería en los tiempos de Maguregui. Enrique Alés le echó el ojo y se lo llevó a entrenar con el equipo de Primera. También militó en el Recreativo de Almería para luego en edad sénior jugar diez temporadas repartidas entre Mojácar, Olula y Albox. Por donde pasó dejaba amigos que le han servido para luego mantener una relación permanente porque el que conoce a Paco Iribar sabe que tiene un tesoro. Una lesión le hizo abandonar en 1991.

Entrenador

Nadie sabe lo que hubiese aportado Paco Garre en una cantera como la del Almería por sus conocimientos, pero ya es tarde, y lo que toca es celebrar es su enseñanza en una comarca a la que ha dedicado su vida y en la que ha sido feliz. Nadie va a Olula del Río sin preguntar por Iribar y pocos lo hacen por Paco Garre. Dirigió a las categorías de base del Olula CF. Luego saltó al Cantoria, Vícar, Poli Ejdo, Huercalense, Mazarrón, Mármol Macael… pero el fútbol de Iribar no es de este mundo y como no quería ganar dinero y prefería educar en valores, encontró en la Escuela de su pueblo esa felicidad que pocos tienen trabajando. Allí ha desarrollado su carrera y ha crecido a nivel provincial y Regional siendo uno de los mejores entrenadores de cantera en Andalucía.