La senda del disparate
Tras salir trasquilada por cuestionar la presunción de inocencia, María Jesús Montero vuelve a patinar al difundir el bulo de la bomba lapa.

Sevilla
Desde que el dedazo de Pedro Sánchez designó a María Jesús Montero como nueva lideresa del PSOE andaluz las cosas no le han ido demasiado bien a la vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y secretaria general del partido que más tiempo ha gobernado Andalucía.
En apenas unas semanas de máxima exposición y agenda alocada, Montero dio pronto síntomas de que llevar todas esas responsabilidades al mismo tiempo resulta muy difícil y provoca situaciones en las que es más fácil caer en el error.
Hasta hace pocos días el episodio más palmario que habíamos vivido de que las cosas no le iban bien fue su patinazo respecto a su cuestionamiento de la presunción de inocencia tras la absolución del exfutbolista Dani Alves en la sentencia de segunda instancia del caso por el que se le procesó por agresión sexual.
Tras tan sonoro error, y aprovechando la Semana Santa, Montero entró en una fase con escasas apariciones y un silencio que pareció pretendido. Tanto que no han faltado las críticas por una agenda ministerial escuálida y mucha presencia en Andalucía.
Pero este fin de semana, y de nuevo de la mano del argumentario del laboratorio de La Moncloa, Montero ha participado de un episodio tan grave como sonrojarte para el Gobierno asediado por los escándalos al que pertenece. Y ha vuelto a caer en el ridículo político.
Montero, al igual que la ministra portavoz, Isabel Alegría, y el ministro Óscar López dieron pábulo al bulo de que desde la UCO se fantaseaba con poner una bomba lapa a Sánchez.
El bulo, iniciado con una burda manipulación publicada por el diario digital El Plural, y difundido luego por otros medios con línea editorial cercana a los partidos de izquierda, quedó desmontado incluso antes de que lo usaran en los mítines en los que los tres ministros candidatos participaron el sábado.
Ninguno de los tres, además, ha rectificado. Alegría y López se han negado mientras Montero guarda silencio.
Bastante difícil es ya la tarea que le ha encargado Sánchez de desbancar al PP de un Juanma Moreno que hace de la moderación virtud, como para seguir por la senda del disparate. La líder del PSOE regional aún tiene la opción de rectificar, aunque barrunto que tampoco lo hará.




