Europa afronta retos estructurales para competir con la pujante fabricación China

Málaga

Informe y análisis del centro de investigación de BBVA sobre la industria automovilística de la Unión Europea.

Para empezar, hablamos el segundo mercado productor más grande del mundo solo por detrás de China que lidera el sector.

En Europa es Alemania la que concentra el 60 por ciento del Valor Agradado Bruto del sector mientras que España, Italia, Chequia, Suecia, Polonia, Francia y Rumanía contribuyen con un tercio en conjunto.

La industria automovilística supone medio punto del PIB Europeo. De nuevo Alemania es la que más exporta, le sigue España.

Sin embargo, el sector enfrenta una competencia global intensa, especialmente de China, que está ganando participación de mercado en la UE para vehículos eléctricos (VE) y componentes clave como baterías y tierras raras. Los vehículos eléctricos de batería (VEB) chinos son más económicos que los vehículos de combustión en el segmento de autos pequeños.

Las importaciones de automóviles de la UE están diversificadas, con China como la principal fuente.

Sin embargo, el sector enfrenta una competencia global intensa, especialmente de China, que está ganando participación de mercado en la UE para vehículos eléctricos (VE) y componentes clave como baterías y tierras raras. Los vehículos eléctricos de batería (VEB) chinos son más económicos que los vehículos de combustión en el segmento de autos pequeños.

A pesar de los avances, la adopción de VE en la UE se ha estabilizado en el 21% de las ventas totales, enfrentando obstáculos como precios altos, infraestructura de carga insuficiente y dependencia del ingreso. La UE se ha comprometido a reducir las emisiones de CO2 de los coches nuevos en un 100% para 2035, pero ha flexibilizado los objetivos a corto plazo hasta 2027 para apoyar a los fabricantes.

China está alcanzando rápidamente a la UE en inversión en I+D automotriz, especialmente en áreas como conducción autónoma, conectividad y tecnologías de baterías.

El ecosistema industrial de la UE carece de la integración vertical observada en el sector de vehículos eléctricos de China, lo que coloca a la UE en desventaja en términos de eficiencia y escalabilidad en la producción de vehículos eléctricos. Las tensiones geopolíticas y las barreras comerciales, especialmente entre EE. UU. y China, están transformando las cadenas de suministro globales. La creciente dependencia de la UE de China para la fabricación de componentes de

baterías y vehículos eléctricos representa un riesgo estratégico. Para mitigar estos riesgos, la UE trabaja activamente en la diversificación de sus cadenas de suministro.

El auge de la desglobalización y las políticas proteccionistas está obligando a los fabricantes de automóviles europeos a replantearse su dependencia de proveedores externos, lo que complica el panorama competitivo debido a los altos costos asociados con la reintegración vertical de la industria. Las restricciones al intercambio de tecnología y datos, particularmente con China, también están obstaculizando el desarrollo de tecnologías críticas como la conducción autónoma.

En resumen, el sector automovilístico de la UE se encuentra en una encrucijada. Con China liderando la producción de vehículos eléctricos y las cadenas de suministro de baterías, la UE debe acelerar su transición hacia los vehículos eléctricos, cerrar la brecha tecnológica con China y aumentar su capacidad de producción nacional. El éxito de esta transformación dependerá de la capacidad de la UE para cumplir los objetivos de emisiones de CO2 y reconfigurar las cadenas de suministro en respuesta a las dinámicas geopolíticas y comerciales cambiantes. La implementación del Plan de Acción y el enfoque en la innovación y la competitividad son cruciales para que la UE mantenga