Almería 1-0 Castellón: La paciencia y Chirino también ganan partidos

Almería

A lo bajini, sin hacer ruido, pero ganando. El Almería se bajó del barco de la magia para coger el pico y la pala venciendo a un señor equipo como el Castellón. Son 19 puntos, oliendo el ascenso directo y con la sensación de que este equipo domina cada vez más conceptos. Segunda es una Liga que no te perdona, que te examina y te exprime hasta límites insospechados, y es ahí donde los grandes tienen que marcar diferencias.

Que al Almería le falta colmillo en el área rival es una evidencia. No cuenta con el instinto asesino de Luis Suárez, pero lo contrarresta con un sistema cuidado hasta el límite. El “ya llegará a la siguiente” que tanto enciende a Rubi volvió a pasar, porque para ver puerta primero toca fallar dos o tres oportunidades claras.

El Almería, mucho más fuerte como equipo

El Castellón no fue el huracán que desarmó al Almería la pasada temporada. Apoyado en Cipenga, el único peligro del ataque ‘orellut’, siguió un guion parecido esperando sus ocasiones, ahí estaba un Andrés Fernández que solo falló en una salida regalando un balón. Lo demás, soberbio.

Ficha técnica

UD ALMERÍA Andrés Fernández, Álex Muñoz, Bonini, Nelson Monte, Chirino, Dzodic, Lopy (Selvi, 80’), Arribas (Gui Guedes, 80’), Nico Melamed (Embarba, 55’), Leo Baptistao (Thalys, 70’), y Soko (Arnau Puigmal, 55’).

çCASTELLÓN Matthys, Lucas Salva Ruiz (Markanich, 80’), Brignani, Mellot, Diego Barri (De Nipoti, 70’), Beñat (Isra Suero, 65’), Cala (Doué, 70’), Mabil (Mamah, 45’), Cipenga y Adam Jakobsen.

GOL 1-0, min 59: Chirino.

ÁRBITRO Sánchez López. Amarillas para Lopy y Cala.

PÚBLICO 12.258 espectadores.

Los cambios del Almería, cruciales

Arribas perdonó, Soko también, y los minutos pasaban con el Almería ligeramente dominador. Rubi se guardó dos cartas y las puso en la mesa justo en el instante adecuado. Arnau y Embarba desequilibraron al Castellón primero con su presencia y luego con su fútbol. De las botas de Arnau y Arribas nacía la acción de Chirino, que cumplió la ley del ex y rompía el empate a cero con una internada al área con disparo fuerte y seco imposible para Matthys. Pidió perdón cuando en su interior gritaba de felicidad.

Las bandas ganaron en vértigo, fueron más eléctricas, y ese choque condenado al empate se decantaba para el férreo equipo de Rubi.

A partir de entonces, juntar líneas, esperar el error del contrario y sentenciar. Pudo pasar, pero la falta de puntería dio vida al Castellón, que agotó todas sus balas en el tramo final.

Sufriendo también se puede ganar

Disfrutar con cada despeje, caer y levantarse para seguir defendiendo. El Almería ha ganado en compromiso y trabajo colectivo, ya que no permitió al Castellón disponer de oportunidades claras en el descuento. Y esto solo es posible si los Embarba, Arnau y el joven Thalys se remangan y bajan a echar una mano.

Había que utilizar la cabeza, la paciencia y la calma para no desesperarse con el marcador y ahí la grada jugó su papel. Nada de murmullos ni nervios conscientes de que el gol llegaría. Y luego a echar una mano para cerrar un triunfo poco vistoso en cuanto a la puesta en escena como efectivo en la tabla.

En línea claramente ascendente

Seis semanas sin perder, haciendo bueno el empate de Córdoba y concediendo menos llegadas a los rivales, y eso que el Castellón es de los más fuertes de la Liga en campo contrario. La clasificación es anecdótica y el Almería va comiendo terreno al resto sin encender las luces, siempre en segundo plano.

Victoria de equipo, eficaz, de un Almería que se sitúa en los puestos de privilegio. La diferencia entre quien está arriba y quien no llega es saber asumir que a veces se gana así, sin tanto brillo.

Chirino, incansable subiendo y bajando la banda, sale de nuevo en la foto marcando el gol más importante. Y frente a su exequipo.