Cuando el mosto pide frío y el frío pide cuchara

Jerez de la Frontera

Agárrense, que vienen curvas. Pero curvas de las buenas, eso sí. Si tenían pensado estar a dieta como minimo hasta el puente de la Inmaculada, lo mejor que pueden hacer es alejarse de Jerez este fin de semana, segundo oficial de zambombas, que se presenta completo también en lo gastronómico.

Y es que a la amplia y variada oferta de siempre se suman dos más a tener en cuenta. Por un lado, Bina Bar, el establecimiento del chef que acaba de renovar sus dos estrellas Michelín, Juan Luis Fernández, retoma el homenaje al mosto y a la cuchara que hasta hace unos años hacía González Byass en su viña de La Canariera.

La ber

Cada 30 de noviembre, por San Andrés, el mosto vino es, y en Bina van a celebrarlo viernes, sábado y domingo al mediodía con sopa de tomate de la abuela Josefa, berza gitana, pochas con setas de Los Alcornocales, arroz con codornices y papas con choco. Un póker de platos imprescindibles en estas latitudes y que llevan la firma de uno de los grandes de nuestra cocina.

Los cinco homenajes a la cuchara estarán regados con mostos de Luis Pérez, de Albariza (Trebujena), de bodegas Salado (Umbrete, Sevilla), de Dominio de las Ánimas (El Puerto de Santa María) y de Antonio Bernal, del pago de Maina.

Al mismo tiempo, acaba de abrir sus puertas Jaleo-Casa Tatas, del empresario de hostelería Manuel Loreto. El propietario de Jindama cambia de ubicación el local de comidas tradicional, hasta ahora en la plaza del Clavo, y pasa a tener su sede en la plaza del Arenal, donde en su día estuvieron Casa Juan o El Chicharrón. Dos plantas para dar rienda suelta desde las nueve de la mañana a desayunos con aje, brunchs, comidas, meriendas y cenas. Además, en la tercera planta habilitará una coctelería.

Car

Molletes con pringá a diario de desayuno y guisos de aquí, como berza, menudo, carnes con tomate, carrillada en salsa o la cola de toro, son las mejor tarjeta de presentación de una carta clásica para disfrutar de la gastronomía jerezana de siempre.

Lo de unirle Casa Tatas a Jaleo es un homenaje a su abuela y a las mujeres del barrio de Santiago.

El mosto pide frío y el frío pide cuchara. Amén.