Jerez está de moda

Jerez de la Frontera

JEREZ ESTÁ DE MODA

Que Jerez está de moda ya lo sabemos todos los jerezanos. No solo por nuestros caballos, vinos y zambombas, sino por muchas cosas más. No en vano, últimamente lo estamos sintiendo con frecuencia, con esa mezcla de orgullo y por qué no decirlo, y cierta vanidad, que se tiene cuando artistas conocidos miran hacia nuestra tierra.

De hecho, hace poco, la cantante Rosalía ha hablado de Jerez en el programa ‘The Tonight Show’ presentado por Jimmy Fallon, donde explicó que perdió sus manos en Jerez, haciendo una clara referencia a su canción "Reliquia". Además, en el mencionado programa, que se emite en Estado Unidos con una audiencia media de más de 1 millón de espectadores, enseñó a Fallon a tocar palmas de forma natural y aseguró que a Jerez hay que ir por su arte y compás flamenco.

Que lo ha dicho Rosalía, que no es cualquiera, que es una artista con una sensibilidad especial y que ha hablado del soniquete de Jerez con un respeto que emociona. Cuando alguien que ha recorrido el mundo y ha trabajado con todos los géneros señala nuestro compás como algo único, no podemos evitar sentirnos un poco más orgullosos de nuestra tierra. Ese soniquete al que hace referencia la artista, aquí lo tenemos como algo normal, lo podemos escuchar casi en cada esquina, pero es algo que no se aprende: se mama, se hereda, se vive y se tiene o no se tiene, no hay más.

Antonio Banderas, tampoco ha podido resistirse a los encantos de Jerez y ha estado visitando una de sus bodegas. El actor aseguró en sus redes sociales, gracias a las que nos hemos enterado a toro pasado de que ha estado en Jerez, que había vivido una experiencia única al conocer la bodega y que al beber un vino de casi tres siglos “saboreo parte de la historia de Andalucía, de la historia de España”.

Por cosas como estas podemos afirmar sin equivocarnos que Jerez está de moda, aunque es más bien un reconocimiento de los de fuera ante lo que los jerezanos siempre supimos, que nuestra tierra tiene un patrimonio y un duende que no se puede aguantá. En fin, ya lo saben todos, nuestro soniquete engancha, nuestras zambombas emocionan y nuestras calles atrapan.