¿Cómo comer en estas fechas navideñas sin culpa? La nutricionista Melyssa Chang nos da las claves

Por estas fechas, las mesas se llenan de manjares, brindis y tradición. Sin embargo, también se cuelan frases como “mañana no como nada” o “hay que compensar los excesos”. ¿Por qué seguimos asociando la Navidad con culpa? La nutricionista Melyssa Chang, autora del libro Come sin culpa (2023), lo tiene claro: “La comida no debería ser un motivo de ansiedad, sino de disfrute”. Este miércoles, previo a los días señalados de la Navidad, nos ha acompañado en el Hoy por Hoy Sevilla

Uno de los errores más extendidos es creer que tras una comida abundante debemos saltarnos las siguientes. “Compensar no solo es innecesario, sino perjudicial”, explica Chang. “El cuerpo sabe autorregularse. Forzar ayunos extremos perpetúa el ciclo de restricción y atracón, dañando nuestra relación con la comida”.

Otra creencia habitual: “Una comida me hará subir de peso”. La realidad es que el peso no se define por un momento puntual, sino por hábitos a largo plazo. “Una noche no cambia tu salud. Lo que sí afecta es vivir con miedo y culpa”, señala la experta.

Etiquetar los alimentos como “buenos” o “malos” genera ansiedad y sensación de fracaso. “Todos los alimentos pueden tener cabida en una alimentación equilibrada. La clave está en la variedad y en escuchar las señales del cuerpo”, afirma Chang.

"La alimentación intuitiva es a donde hay que llegar. Esto se traduce en reconectar con nuestra intuición y priorizar la conexión", concluye.

Las claves que nos da son estas:

• Escucha tu hambre y saciedad: no comas por obligación ni te prives por miedo.
• Permítete el placer: la comida también es cultura y tradición.
• Recuerda tu valor: no depende de lo que comes.

Un menú navideño sin restricciones

Para quienes buscan ideas, Chang propone opciones sencillas y sabrosas:

• Entrante: crema de calabaza con jengibre.
• Principal: salmón al horno y patatas panaderas.
• Postre: copa de frutas con yogur y chocolate. Aunque no pueden faltar los turrones, polvorones...
• En los entrantes todos los que queramos: gambas, jamón.

Porque, como dice Chang, "una comida de navidad no define cómo comemos".

En definitiva, la Navidad no debería ser sinónimo de culpa. Comer es mucho más que nutrirse: es compartir, celebrar y disfrutar. Como concluye Chang: “La paz con la comida empieza cuando dejamos de temerla”.

Si quieres encontrarla, en instagram @melyssachang_nutricion, comparte contenido educativo y cercano, siempre con el objetivo de desmontar mitos, reducir la presión dietocéntrica y acompañar a las personas hacia un bienestar más real y sostenible.