¡Adiós, Central Térmica de Andorra!
El Bajo Aragón se ha despedido de su principal insignia industrial, con la demolición de sus tres torres de refrigeración
Andorra y Zaragoza
La silueta de las tres torres de refrigeración de la Central Térmica de Andorra (Teruel) ya forma parte de la historia.
Por primera vez en España se ha demolido, de forma simultánea, tres centrales de refrigeración. Sus 107 metros de alto y 83 de diámetro se han convertido en 37.000 toneladas de escombros. Para lograr su voladura se han empleado 270 kilos de explosivos.
Para minimizar el efecto de la nube de polvo al caer las torres se instaló un circuito con 38 piscinas también con detonantes.
Como medida de seguridad, se ha perimetrado el epicentro del enclave, sin posibilidad de acceso a 800 metros alrededor.
Mezcla de sentimientos
La caída de las torres de hormigón de 107 metros de alto y 83 de diámetro en su base y 50,7 en la coronación, con un peso cada una de 12.577 toneladas, ha sido a las 11.30 horas y ha provocado el aplauso y las felicitaciones de los técnicos, un sentimiento "encontrado y agridulce" entre los responsables de Endesa, y "pena y tristeza" entre algunos vecinos y extrabajadores.
Descarbonización
La demolición ha sido “un hito importante” dentro del proceso de descarbonización de Endesa y del desmantelamiento de la central, que comenzó en marzo de 2021 con un plan pormenorizado en el que ha prevalecido la seguridad y que ha supuesto que se hubieran vaciado previamente las torres, que han generado más de 6.000 toneladas de materiales que contenían amianto y que se han tratado conforme a la legislación vigente, según ha explicado a los medios la responsable de desmantelamientos de Endesa, Beatriz Muñiz.
Teruel Existe, Vox y Ciudadanos se han concentrado para protestar contra la destrucción de las torres.
El derribo llega dos días después de que se firmara el convenio para la llegada de primer gran proyecto de reconversión minera después del cierre de la Térmica hace casi dos años. La química Oxaquim creará 380 empleos desde el próximo año y de forma paulatina hasta 2028. Un proyecto que ilusiona a la espera de los planes de acompañamiento del concurso del nudo mudéjar y de que se autoricen los parques solares
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