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Aragón pierde el 80% de la fruta de hueso esta temporada

Entre las causas, la guerra de Ucrania, el incremento de precios y las heladas generalizadas en abril

Cerezas en una rama de cerezo / Michael Fürst

Zaragoza

La campaña de la fruta de hueso de este año en Aragón tendrá un 80% menos de producción. Este descenso se traduce también en menos empleos, lo que abre una crisis social de hasta 10.000 personas menos sin trabajo en el mundo rural.

Una situación complicada para el campo aragonés, que ya lanza una alerta: de no llegar ayudas varias empresas se verán obligadas a cerrar.

Lejos de lo que pudiera parecer con el 'boom' del sector primario, el sector frutícola no pasa por su mejor momento. Óscar Moret, responsable de Fruta en el sindicato agrario UAGA, señala que "nos falta un 80% de la producción en los diferentes cultivos" y eso significa que "también tendremos un 80% menos de trabajadores", y es "dinero que no se mueve".

Entre las causas, la guerra de Ucrania, el incremento de los precios y también el cambio climático, con unas heladas generalizadas en abril que no son habituales.

Un ejemplo: la cereza

Todas estas circunstancias han mermado la producción de la cereza.

"En la zona de Albalate, el 100% de la cereza que está sin medidas de protección, en Mequinenza puede ser de un 50% y en Ricla, un 60%", detalla Moret. "Son números muy preocupantes" porque "es cereza que se embala y que mantiene la dinámica económica de los almacenes y de los productores".

Pérdidas económicas

Las pérdidas económicas se estiman en unos 200 millones de euros, que no serán cubierto por los seguros. "Estamos esperando que se haga la primera peritación previa de Agroseguro, que marcará unos daños, que podrán ser de 100 millones de euros, a los que habrá que sumar un 30% de franquicia y lo que no está asegurado".

Por ejemplo, el seguro de cereza para frío, que no se contrata "porque no es competitivo".

Otras consecuencias

El problema añadido es la repercusión que todo esto, más allá del campo, como el sector comercial, que "pierde unos ingresos", y los trabajadores. "Es una crisis social, sobre todo para los temporeros de mucho calado".

Esta población trabajadora se mueve y "se busca la vida", pero este año "va a ser complicado proque en la zona vecina [Cataluña] tampoco hay producción", concluye Moret.