Agricultores y ganaderos recorren la tierra quemada valorando las pérdidas del incendio de Añón
Las afecciones se centran en apicultura y ganadería, infraestructuras de riego, cultivos leñosos, almendros y pastos. Piden las mismas ayudas que se decretaron para el incendio de Ateca.
Pisando el terreno
Zaragoza
Agricultores y ganaderos, junto con técnicos de UAGA, recorren hoy los campos afectados por el fuego. En agricultura, los daños se centran en los cultivos leñosos, pero también, con menor afección, en las viñas. Más afectados están los almendros y los pastos, que tardarán en recuperarse.
Y eso afectará a la ganadería, tal y como indica José María Alcubierre, secretario general de UAGA, que pisa la tierra quemada "Estamos viendo las ovejas que han muerto. No son pocas. Las pérdidas no son solo ganado, sino también pastos. Los animales no van a tener comida para este final de verano", explica Alcubierre.
Apicultura y riegos
La apicultura es otra de las grandes afectadas por el incendio de Añón, así como las infraestructuras de riego con las que se abastecen Ambel y Bulbuente.
En estos pueblos se ha quemado parte de la tubería interior de canalización de agua, por lo que los municipios no pueden abastecer el riego. Fabián Lajusticia del Sindicato de Riegos de Ambel explicaba que "hay unos cuatrocientos metros de tubería quemada. No se puede echar de nuevo el agua".
Por otra parte, la apicultura va a ser uno de los sectores más afectados. En el Moncayo, al contar con una gran cantidad de flores y plantas aromáticas, se suceden las explotaciones. David Visús, tiene una de 450 cajas, de las que 150 han quedado calcinadas por el fuego. Tras las llamas, estos animales tampoco tienen plantas y vegetación de le que poder nutrirse.
Ahora, queda por determinar cómo ha afectado el humo y el calor al resto de los asentamientos colmeneros. "Al desaparecer la vegetación, las abejas no tienen nada que comer. Sería como llevar las abejas al desierto. Ahora toca esperar a las plantas aromáticas que tienen una regeneración más rápida, como el romero o el tomillo, si hay lluvias normales... Quizás en estas zonas ya se pueda volver a hacer algo... Si hablamos de otras, como bosques de encinas, la regeneración es mucho más lenta", explica Visús.
Pérdidas, cuentas y números
David Visús ya ha hecho una primera valoración económica. 35.000 euros de las colmenas más otros 10.000 de la pérdida de la miel para esta campaña. Habrá que sumar los efectos futuros por la falta de vegetación. Asegura que, entre seguros y ayudas como las que recibirán los afectados del incendio de Ateca con las que cuentan también en el Moncayo, podrá cubrir tan solo el 50% de las pérdidas.
A falta de cuantificar daños, agricultores y ganaderos solicitan ya recibir las mismas ayudas que el Gobierno de Aragón aprobó para los damnificados del incendio de Ateca y cuyo decreto salió ayer día 17 de junio.