Dag Shang Kaguy, el templo budista escondido en lo más recóndito de los Pirineos
El maestro espiritual budista Kalu Rinpoché, fundó en 1985 un templo tibetano en Panillo (Huesca) dedicado hoy en día al retiro, estudio y la práctica del budismo
Templo budista Dag Shang Kaguy en Panillo (Huesca) / Dag Shan Kaguy
Zaragoza
En un lugar único. En Panillo (Huesca), enrocado en las montañas que dan paso al espectacular Pirineo aragónes, Dag Sahng Kaguy, un templo de arquitectura nepalí, con sus 130 estupas, rompe con el paisaje tradicional de la zona. En sus más de 27 años de historia, se ha convertido en referente para todos aquellos que quieren encontrarse con su lado más espiritual a través del estudio y la práctica de la religión budista.
Kalu Rimpoché
A finales de los años 70, varios discípulos españoles seguidores del anterior Kalú Rimpoché, buscaron en España un lugar aislado de las grandes ciudades propicio para la meditación. Las tierras montañosas de Panillo, a las puertas de la impresionante cordillera de los Pirineos, les pareció la ubicación ideal que proponer a su maestro. "Invitaron a Kalu Rimpuché a visitar los terrenos y le pareció excelente para que se pudiese hacer un centro de retiro, tanto por la protección de las montañas como por la vista, el silencio y la energía del lugar", explica Montse Montesdeoca, gerente del templo .
En 1985 levantaron el templo con la llegada de los primeros lamas que pusieron en funcionamiento el centro. hasta el día de hoy, allí se realizan retiros, cursos y estancias, algunas de ellas conducentes a alcanzar la ordenación como lama, "es el retiro mayor de tres años y tres meses para llegar a ser lama". Hasta el momento, "se ha hecho varias veces con personas occidentales y orientales".
Kalu Rimpoché visitando los terrenos del futuro templo budista en 1984 / Dag Shang Kaguy
Visitas y actividades
También se pueden realizar visitas los fines de semana, o acudir a actividades diarias como yoga, Tai Chi o meditación. Las estancias están destinadas a cualquiera que busque encontrarse con su propia espiritualidad, "con la vida que lleva a la gente a encontrar un sinsentido e iniciar una búsqueda de la verdadera felicidad, una estabilidad", apuntan desde el centro. Hay, además, cursos online que se potenciaron durante la pandemia.
Lo único que consigue romper la paz del templo es la tortura de conectarse a Internet, como ocurre también en muchas otras zonas rurales de la comunidad aragonesa. La historia del centro budista Dag Shang Kaguy es una de las que pudimos conocer en el último Foro sobre la Despoblación de la Cadena SER celebrado el pasado viernes en Graus.
