La incertidumbre por la falta de lluvias, los altos costes y la PAC siembra el campo aragonés
Huesca
Pasado el Pilar, los agricultores aragoneses han comenzado con la siembra del cereal de invierno, en una campaña que no miran con optimismo debido a la falta de lluvias, que tiene los campos muy secos, a los altos costes de materias primas, energía y carburantes y a la PAC, que les llena de incertidumbre.
El secretario general de UAGA en Aragón, José Mª Alcubierre habla de lluvias en las últimas semanas muy desiguales. En todos los campos, de todas formas, se podía entrar con las máquinas a los dos días, lo que significa que no ha caído tanta agua. Agua que, en todo caso, ha llegado tarde y no ha permitido controlar las malas hierbas, lo que hará que estas salgan junto con los cultivos.
Al contrario de lo que ocurrió con los cultivos de verano (maíz y alfalfa), en que dejaron una cuarta parte de los campos sin sembrar por las altas necesidades de agua, en estos momentos en que se siembra el cereal de invierno (trigo, cebada, bezos, triticales o colzas) no hablan de sembrar menos, porque no necesitan tanta agua.
El mundo de la agricultura, cada vez más tecnificado, cuenta con semillas más evolucionadas que sirven para dar una mayor producción. La otra cara de la moneda es que son semillas más exigentes y débiles, por lo que los cambios en las condiciones de siembra no les benefician.
Tienen que ajustar mucho más las fechas para evitar todas las plagas que puedan tener, a lo que se suma el calor. En estos momentos no les benefician las temperaturas de más de 25º por el día y que no bajan de 15º por la noche, porque la tierra y los cultivos necesitan un tiempo adecuado en cada momento, y que ahora no se está dando.
Y a todo esto se suma la incertidumbre que produce una PAC que no les convence y que convierte el trabajo del agricultor en pura burocracia y que no defiende al que realmente trabaja su tierra.