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Un estudio del IIS Aragón demuestra que una cerveza sin alcohol modificada mejora la respuesta metabólica de la comida

El estudio constata los efectos positivos de la cerveza sin alcohol modificada(Getty Images)

Huesca

El 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes y coincidiendo con él, el Grupo de Dislipemias Primarias del Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS Aragón) ha demostrado que la cerveza sin alcohol modificada induce efectos positivos en la microbiota intestinal y mejora la respuesta metabólica que produce la comida que tomamos, desde el punto de vista de la salud.

Son los resultados de la segunda parte de un estudio realizado en colaboración con La Zaragozana, pionera en el lanzamiento de las cervezas sin alcohol desde 1976 y que mantiene una línea continua de investigación para adecuar sus propuestas a las necesidades nutricionales de la sociedad. Esta compañía fue la creadora de una cerveza sin alcohol con un perfil de hidratos de carbono más saludable, especialmente para los diabéticos, y con base en la cual se han realizado estas investigaciones.

El estudio, llevado a cabo durante 2020, trabajó con una cohorte de 31 adultos jóvenes sanos y arrojó dos grandes conclusiones. Por un lado, se comprobó que el consumo de cervezas sin alcohol con fermentación casi completa de los carbohidratos habituales, enriquecidas con isomaltulosa (carbohidrato que tiene menor índice glucémico que otros) y maltodextrina resistente, o solo con maltodextrina resistente, produjo un pico más bajo de glucosa, insulina y hormonas incretinas que la cerveza sin alcohol regular.

En segundo lugar, el estudio señala que el consumo de la cerveza sin alcohol modificada enriquecida con isomaltulosa y dextrina resistente, junto con pan blanco, genera un pico de glucosa más bajo que el consumo de la misma cantidad de carbohidratos cuando se obtiene íntegramente de pan blanco. “Esto demuestra que esta cerveza sin alcohol modificada mejoraría el efecto glucémico posprandial de una comida, es decir, la respuesta metabólica que tenemos después de comer, de la glucosa y otros compuestos sanguíneos”, señala Rocío Mateo, nutricionista e investigadora del IIS Aragón que ha liderado el proyecto y profesora y coordinadora del Grado de Nutrición Humana y Dietética de la Universidad de Zaragoza. “Esto podría conducir a beneficios clínicos en términos de metabolismo glucémico en sujetos con diabetes mellitus de tipo 2, como se había demostrado previamente, al aumentar la evidencia de que pequeños cambios en la composición nutricional son un pilar fundamental a la hora de mejorar el manejo o la prevención de los trastornos glucémicos”, añade.

Estos resultados han sido publicados en la revista ‘Nutrients’. “Muy posiblemente, la combinación de estos dos mecanismos descubiertos en estos últimos estudios sean los responsables del efecto beneficioso que observamos en el primero”, explica Mateo. Se refiere así a la investigación inicial, presentada en junio de 2019, con la que se demostró que el consumo de dos cervezas sin alcohol modificadas, durante las principales comidas del día, mejoraban la resistencia periférica a la insulina (un valor importante para determinar la aparición de la diabetes y su evolución), y el manejo de la glucosa en personas con prediabetes y diabetes mellitus tipo 2, en comparación con la toma de una cerveza