Día Internacional de la Discapacidad: "Queremos que nos traten de igual a igual"
Las personas con diversidad funcional piden una mayor normalización y un trato igualitario en la sociedad. En el año 2020, en Aragón había 117.000 personas con algún tipo de discapacidad.
Zaragoza
En este 3 de diciembre, Día Internacional de la Discapacidad, las personas con diversidad funcional piden una mayor normalización y un trato igualitario en la sociedad. En el año 2020, en Aragón había 117.000 personas con algún tipo de discapacidad. Un dato en el que no están registrados los niños menores de seis años.
En los últimos años se ha avanzado mucho, sobre todo en el ámbito asistencial, aunque para las asociaciones que trabajan con personas con diversidad funcional quedan aún muchas cosas por hacer en Aragón.
Patas en las que avanzar
Por ejemplo, una mejor atención a las situaciones de pluridiscapacidad, cada vez más frecuente, o reforzar la Atención Temprana, “porque las listas de espera son excesivas y de reducirlas, se mejoraría la calidad de vida a lo largo de todo su proceso vital”, como apuntaba Félix Arrizabalaga, el presidente de Atades.
Otra laguna en Aragón es la atención a personas con discapacidad intelectual víctimas de violencia y abusos, “ya que no existen plazas de emergencia para atender a personas que necesitan salir de su entorno comunitario simplemente para asegurar su integridad física”, añade Arrizabalaga.
También una de las asignaturas pendientes es el empleo. En este caso, el mensaje es para la empresa privada, donde “tenemos que avanzar en la inclusión de estas personas”, añade el presidente de Atades.
Ellos también tienen voz
En este día, ellos también quieren tomar la palabra, principalmente con un mensaje pide que se normalicen las situaciones de discapacidad dentro de la sociedad. A sus demandas les ponía voz Eloina, que reivindicaba “que los demás nos traten de igual a igual, valorando nuestras opiniones. Una sociedad que valora la diversidad es mucho más rica en todas sus áreas”.
Porque lo que importa es entender que cada uno de nosotros tiene sus propias singularidades. “No nos gusta hablar de discapacidad sino con capacidades diferentes. Somos personas que necesitamos más tiempo para aprender las cosas. Una vez aprendidas, las hacemos a un ritmo diferente, pero sí somos muy críticos con la calidad de nuestro trabajo”.
Otro mensaje que quieren dejar claro es, si quieres hablar de mí, habla conmigo. “No nos ayuda la actitud de sobreprotección. Necesitamos un refuerzo positivo y bajo presión, nos bloqueamos. Nadie ha elegido ser discapacitado. De hecho, unos hemos nacido con ella y otros la han adquirido con el tiempo”, añade Eloina.
Familias
Las familias aragonesas con hijos discapacitados están también pidiendo más recursos públicos para mejorar la calidad de vida de sus hijos. Es el caso de Ana Rubio, madre de Leo. Su hijo nació hace cinco años con una parálisis cerebral grave. Su vida cambió radicalmente. “Tiene muchas necesidades de apoyo y nuestras vidas empezaron a girar en torno a él desde el principio y sigue siendo así”, explica su madre.
Lo duro al principio, dice esta madre, es hacerte a la idea de la enfermedad. “No saber lo que le pasa, al principio te llena de un dolor inmenso. Luego poco a poco te vas adaptando a lo que hay y mantienes el esfuerzo que conlleva, todas las renuncias que implica y el cansancio. Porque todo eso te hace mucha mella, pero tienes que aprender a cuidarte tú para poder cuidarle a él”.
Rubio agradece el apoyo que recibe del resto de su familia y de las instituciones, aunque echa en falta más recursos públicos. “Esto es lo de siempre, hay buenos profesionales, pero no llegan a todo”, concluye.