La Guardia Civil en el Pirineo, a -20º y con la misma ropa que en Canarias

Huesca

La Asociación Española de Guardias Civiles ha vuelto a mostrar su protesta por la falta de prendas adecuadas para situaciones climatológicas con temperaturas extremas como las que estamos teniendo estos días en el Pirineo oscense. Recuerdan que este miércoles se esperaban en todo el eje pirenaico vientos de hasta 100 km/hora, -9ºC de temperatura pero sensación térmica de -20ºC, y denuncian que los guardias civiles que están en las carreteras, pueblos o granjas ayudando a que esta situación sea lo más normalizada posible, llevan la misma ropa que sus colegas de Canarias.

La Asociación ha solicitado en repetidas ocasiones y en diferentes escenarios prendas específicas de climatología adversa para las unidades que prestan servicio en demarcaciones que superan los 1.000 metros de altitud, sin que hasta la fecha se les haya atendido.

No entienden que las unidades de especialistas de montaña tengan dotación de prendas adecuadas al medio, pero no los que en esas mismas zonas están destinados en seguridad ciudadana, tráfico o Seprona.

Sin impermeables ni capuchas

Indican que realizan su trabajo sin prendas impermeables, abrigadas y sobre todo sin capuchas para poder afrontar la climatología. Acaban forrándose con capas de prendas, en algunos casos incompatibles entre sí, a las que hay que sumar el chaleco antibalas, o el cinturón con todos los utensilios necesarios para salir de servicio, lo que hace casi imposible que se muevan para poner unas simples cadenas.

Reconocen que la Guardia Civil es rácana a la hora de invertir en sus trabajadores, pero lamentan que ahora ya han decidido ahorrar en dos prendas esenciales para esta época del año: les dotan de guantes de forro polar que se mojan, y para la cabeza tienen que llevar una gorra con visera, que no aísla del frío con sensaciones térmicas polares. El agravio es mayor cuando recuerdan que las unidades específicas de montaña sí tienen dotación de prendas adecuadas, pero los guardias destinados en municipios en altitud, no.

A todo esto, añaden que los más de 1.900 agentes que salieron en junio de las academias siguen esperando que se les dote de prendas de abrigo común para manos y cuello.