Retos, pros y contras de la movilidad eléctrica: materias primas, imposiciones, puntos de carga y el caminito de San Fernando

Zaragoza

El cambio en la movilidad es un reto económico, tecnológico, medioambiental y urbanístico, con muchas aristas y puntos de vista. Las materias primas son finitas, se sigue investigando esta tecnología y los precios también influyen a la hora de la compra de un coche eléctrico. Fueron algunas de las reflexiones que dejaron un grupo de expertos en diferentes áreas, durante la emisión esta semana de Hora 25 desde el Mobility City de Zaragoza, con Aimar Bretos.

"La movilidad es libertad", remarcaba José Luis Rodrigo, director general de la Fundación Ibercaja, impulsora de este espacio, y que ha ido cambiando a lo largo del siglo XX.

Una "imposición política"

Sin embargo, "el vehículo eléctrico ha sido una imposición política en Europa", señalaba Antonio Cobo, que fue director de la planta de Opel en Figueruelas. "No hay ningún fabricante que haya decidido que vamos al vehículo eléctrico desde dentro de la industria; es una imposición desde fuera", señalaba. "Lo único que podemos hacer es, desde la industria, (o por lo menos yo, ahora que estoy jubilado lo puedo hablar claramente), adaptarnos a lo que nos piden".

Recursos limitados y búsqueda de alternativas

Esta tecnología también necesita materias primas que son escasas. Alicia Valero, profesora de ingeniería mecánica y miembro del Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE) en la Universidad de Zaragoza.

Las baterías "tienen distintos elementos como el cobalto, el litio, el manganeso... que son escasos" y "se están buscando alternativas que tengan menor contenido, por ejemplo, de cobalto o de litio". Sin embargo, "el consumo es tan brutal, tan exponencial", que "en el siglo XXI, en 20 o 22 años, hemos consumido tanto cobre como en toda la historia de la humanidad".

Ahorro en la vida útil

Poco a poco, la compra de este tipo de automóviles va penetrando entre los consumidores. Miguel Zarzuela, de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos, calculaba el ahorro final.

"Estamos hablando que con las ayudas, el precio de compra, de adquisición, es equivalente al de combustión, con las mismas características", apuntaba. "Lo que es cierto, y esto es muy importante, es que a lo largo de la vida útil el coste es mucho menor".

Según apuntaba, "cada 10.000 kilómetros ahorro 1.000 euros". "Calculad la vida útil del vehículo que tenéis ahora mismo y descontad esos 1.000 euros cada 10.000 kilómetros del coste de compra". Así, "si conseguimos que los precios sean similares a la hora de la compra, realmente, a lo largo de la vida útil, el ahorro es muy importante".

Zaragoza y los 7 minutos y medio

El cambio en la movilidad también reconfigura las ciudades. Ángel Pueyo, catedrático del Geografía y ordenación del Territorio de la Universidad de Zaragoza, defiende la movilidad básica, caminar, y la cercanía de los servicios públicos.

Zaragoza es un buen ejemplo. "Es una ciudad de los 15 minutos; es más, es la ciudad de los siete minutos y medio" porque "a menos de 200 metros, el ciudadano tiene tres equipamientos estructurantes", como "un colegio, una zona verde o una farmacia o una entidad bancaria".

Pueyo remarca que "somos una ciudad de 700.000 habitantes que funciona como una de 50.000". Es una ciudad "discreta, que no nos vendemos en el mundo" pero "en estos momentos podemos ser muy revolucionarios". Y daba otro dato: "Más del 60% de la población se desplaza andando o en transporte público, muy poca gente está utilizando el vehículo".